𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑳𝒊𝒆 || ʀᴀᴅɪᴏᴀᴘᴘʟᴇ ||

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 35

La sala estaba en silencio.

Las miradas fijas en Alastor quien no parecía saber que responder o tal vez, se le veía incrédulo a lo que le leía.

Lucifer estaba apunto de preguntar que sucedía, sin embargo, la voz de Charlie fue la primera en escucharse.

-Habla ahora. -Pide Charlie, sus ojos parecían pedir que todo lo que leyó fuera desmentido-

-Charlie, no sé quién mando está carta, pero te aseguro que nada de lo que has leído es cierto. He hecho muchas cosas por tu padre ¿Cómo creés que sería capaz de eso? Te he apoyado con este hotel, peleé a tu lado para protegerlos, no defraudaria la confianza que me tienen todos aquí.

La princesa no supo que responder bajando su mirada, su mente estaba en un tornado de emociones negativas, cuando no debería ser así.

No, no y no.

Esto era una pesadilla.

-Alastor, dame esa carta.

-No, no es necesario que la leas. -Dice alejando la hoja del soberano-

-Damela ahora.

-No papá, tiene razón, no es momento todavía. -Dice mirando a Alastor- ¿A qué se refiere con los objetos? ¿Es por eso que mi papá la última vez se sintió así de mal?

-No Charlie, ese fue otro asunto. -Responde tratando de mantener la calma- Todo esto es una farsa, quien la haya mandado, esta muy equivocado o equivocada, ahí mismo lo dice, no está seguro el demonio o chica que escribió esto.

-¿¡Me pueden dar esa jodida carta!? -Grita Lucifer ya hartó de no entender-

-No. -Responden Charlie y Alastor al unisonido-

-Alastor, dámela ahora. -Pide casi entredientes-

-No se la des.

-Charlie, guarda silencio. -Le ordenó con cierta molestia, puesto que su paciencia se estaba agotando, después volteo nuevamente hacia el overlord- Y tú Alastor, dame esa puta carta.

-No, no puedes leer tantas mentiras escritas aquí.

-No estoy pidiendo tu opinión, te estoy ordenando que me la des, maldita sea.

Vaggie quien no había dicho ni una palabra, carraspeo su garganta para llamar la atención de todos. Cosa que logro, pues todos dejaron de gritarse entre si para mirarla solo a ella.

-Si era una carta dirigida a tu padre, entonces debe leerla Charlie, esto es referente a ambos y el soberano tiene todo el derecho de leerla.

Alastor al estar distraído siente como la hoja es arrebatada de su mano por el soberano.

-Lucifer..

-Necesito leerla yo. -Dice Iluminando sus ojos en advertencia- Si es dirigida hacia mi, creo que yo debo saber que dice y el por qué están tan alterados.

Nadie de los tres dijo alguna palabra, no era necesaria ahora que Lucifer comenzó a leer esa carta en sus manos. Estaba claro que el aura estaba comenzando a tornarse cada vez más tenso.

Pues todos esperaban impacientes la muy obvia reacción de Lucifer, ya todos tenían una idea de lo que sucedería.

En especial, Alastor. Bajo sus orejas con los nervios recorriendole en todo su cuerpo y sobre todo, el enojo de quien haya mandado ese pedazo de hoja.

Y buscaría a quien fue el responsable.

Charlie miraba a su padre, ella, al igual que todos, estaba bastante impaciente. Pedía con toda su alma que todo lo que se había leído fuera tan solo una broma. Esa carta le estaba generando dudas, y había un motivo, muy aparte de lo que estaba escrito ahí.