Greek God | Paul Lahote

6. El proyecto

Dylan y yo estábamos bailando. La música era movida, pero al mismo tiempo lenta, lo que era perfecto para un baile sensual con un chico guapo. De vez en cuando, veía de reojo cómo Paul no apartaba la vista de mí y mi pareja, lo que me hacía sentir bien por dentro.

- Te mueves muy bien -susurró Dylan cerca de mi oído, haciéndome sonreír por el cumplido.

Seguí bailando con Dylan hasta que vi cómo Paul se paraba y caminaba en nuestra dirección. No sabía cuáles eran sus intenciones, pero para evitar cualquier incidente, creí que lo mejor sería alejarme de Dylan por unos minutos.

- Uh, me está dando sed - dije deteniendo mis movimientos y volteando a ver a Dylan.

- Voy por ponche - dijo sonriendo mientras se alejaba de mí.

Sonreí agradeciéndole, viendo cómo se alejaba.

- ¿Qué estás haciendo, Clearwater? - preguntó un molesto Paul detrás de mí.

- Oh, hola, Paul, no te había visto - dije dando media vuelta para verlo y sonriéndole hipócritamente.

- No juegues conmigo, osita, claro que ya me habías visto - dijo sonriendo sin gracia, mostrando aún molestia en su rostro - Eres tú quien me está evitando.

- No sé a qué te refieres - dije caminando lejos de él, escuchando cómo me seguía de cerca.

- ¿Es por el beso? - preguntó Lahote con burla.

Cerré mis ojos por un segundo antes de girar mi cuerpo para verlo.

- Podrías, por favor, no mencionarlo - dije bajando un poco la voz.

- Joder, si es por el beso - dijo con un tono burlón - ¿Acaso no morías por besarme?

- No mientas, Paul, tú eras quien quería hacerlo - dije viéndolo molesta.

- Nunca dije que yo no quisiera - dijo con una sonrisa irónica en su rostro.

No sabía qué hacer. Mi plan de charla con él era completamente diferente antes de enterarme de que él había llamado "su chica" a Taylor.

- ¡Ay, mierda! - dije sintiendo muchas emociones en mi cuerpo, estaba a punto de probablemente darme un ataque de ansiedad.

- ¿Por qué te ves molesta? Si no querías besarme, simplemente no lo hubieras hecho - dijo él, mostrando ahora su enojo.

Estuve mirando alrededor, buscando algún tipo de ayuda celestial que me ayudara a saber qué decir o qué hacer en este momento.

- Lo que dijiste era mentira, ¿cierto? - pregunté, temiendo su respuesta - Lo de tu enamoramiento y todas esas palabras, solo lo dijiste para que te besara, ¿verdad?

Paul parecía meditar su respuesta. Su rostro mostraba confusión, enojo y otro sentimiento que no podía descifrar.

- Sé acerca de lo de Taylor - Paul me vio sorprendido - No quiero estar metida en mierdas. No quiero ser una segunda opción, ni mucho menos ser solo un juego para alguien.

Paul solo me miraba. Ahora su rostro era todo un acertijo para mí. Pero lo que dije era cierto. Paul siempre ha sido famoso entre las chicas de la Push, y era lógico, es muy guapo. Pero me daba miedo pensar que él no estaba listo para algo serio, y yo no quería ser solo una más.

- Tienes razón - dijo sin apartar sus ojos de mí, con una sonrisa que estaba apareciendo entre sus labios - No era verdad. Solo quería saber cómo besabas y ahora lo sé - pasó su lengua por su labio inferior, mientras me veía de abajo hacia arriba.

- Ugh, eres un imbécil - dije con disgusto, con el objetivo de alejarme de él, pero él me sujetó de la mandíbula acercando su rostro al mío.

- Vamos, bebé, no me digas que el beso no te gustó - dijo con una sonrisa altanera - Porque de ser así, tendré que besarte otra vez, para hacer que cambies de opinión.