11. La jugada

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Han pasado varias semanas desde mi última interacción con Paul en la escuela. He estado tratando de mantenerme ocupada para distraerme. Hoy es miércoles por la noche y estoy en casa ayudando a mi hermano, Seth, con sus tareas mientras mis padres están fuera.

- Oye, Drew, ¿qué hay de Dylan? – pregunta Seth de repente, levantando la vista de su tarea con una sonrisa traviesa.

Me sonrojo ligeramente ante la mención de Dylan.

- ¿Qué pasa con Dylan? – preguntó, arqueando una ceja con curiosidad fingida.

Seth rueda los ojos con diversión.

- Vamos, Drew, no trates de ocultarlo. Todo el mundo en la escuela sabe que te gusta Dylan – dice Seth con una sonrisa burlona.

Suspiro, sintiéndome un poco avergonzada por la franqueza de mi hermano menor.

- Sí, es cierto que he estado pasando tiempo con Dylan últimamente. Pero eso no significa que vayamos a terminar siendo novios o algo así - respondo, tratando de sonar convincente.

Seth la mira con una expresión de incredulidad.

- Claro, eso es lo que todos dicen al principio. Pero todos sabemos cómo termina en las películas – dice Seth, levantando las cejas con malicia.

Ruedo los ojos, sabiendo que no tiene sentido discutir con mi hermano menor.

- Bueno, te aseguro que Dylan y yo solo somos amigos – admito con una sonrisa.

- ¿Y sabes lo de Paul y Taylor? – pregunta Seth, levantando nuevamente su rostro de su tarea.

- Sí, Seth, sé que están saliendo – respondo sin levantar la vista de mi libro.

- ¿Qué? No, no estoy hablando de eso – dijo Seth con rapidez – Parece que terminaron esta semana, vieron a Paul besándose con Nicky Davis detrás de la cancha de fútbol.

Lo que Seth dijo me desconcertó por unos momentos.

- Paul está disponible, Di – volvió a hablar Seth con emoción en su voz.

Volteé a verlo sorprendida por su comentario.

- ¿Te gusta Paul? – pregunté confundida.

- ¡Diablos, Drew, no! – exclamó Seth con cierta molestia en su voz.

- Sabes, si te gustaran los hombres, yo no tendría problema – dije con sinceridad – Lo sabes, ¿verdad?

- Drew, yo... yo no... a mí no... – Seth estaba sonrojado, tartamudeando sin completar una oración.

Sonreí enternecida por su nerviosismo, decidí no presionarlo más.

- Solo quería que supieras acerca de lo de Paul – dijo aún sonrojado, volviendo su vista a su tarea.

- ¿Por qué? A ti ni siquiera te agrada Paul – pregunté con genuino interés.

- Escuché el otro día tu plática con Dusty – dijo Seth mirándome de costado – acerca de ti y Paul, dijiste que no sabías si aún sentías algo por él o no, entonces pensé que, si tenías la oportunidad de intentar algo con él, tal vez tú podrías descubrirlo o no sé.

A pesar de que Seth había hablado como si fuera un rapero profesional, su comentario me hizo sonreír demasiado. Seth siempre ha sido una persona muy empática y noble, y cada vez que ve por alguien más en vez de él, hace que mi corazón se encoja por la persona tan increíble que es mi hermanito.

 Seth siempre ha sido una persona muy empática y noble, y cada vez que ve por alguien más en vez de él, hace que mi corazón se encoja por la persona tan increíble que es mi hermanito

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Greek God | Paul LahoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora