- ¡Y ya, simplemente acabo! - exclamó Seth, aún demasiado emocionado, mientras Dusty lo miraba con asombro.
- Aun sigo sin creer que no haya sucedido nada después de todo - dijo Emily, sentándose sobre las piernas de Sam.
Nos encontrábamos todos reunidos en la casa de Sam y Emily, celebrando la vida después de la situación con Renesmee.
- Yo lo agradezco, no era algo que estuviera ansiando - dijo Leah, dejando escapar una sonrisa hacia Dylan.
Sí, Leah y Dylan habían hecho oficial lo suyo después de que Leah hablara conmigo. De todos modos, era su impronta, yo no tenía voz en eso.
- Es cierto, pero debieron haber visto la cara de Drew - dijo Jared, burlón - La decepción no pudo esconderse en su rostro.
- ¿Pueden culparme? Iba a ser mi primera pelea como lobo - no pude evitar sentir un leve cosquilleo de emoción ante la idea de la pelea como metamorfo.
- Definitivamente no eras la única, Drew - dijo con gracia Sam, observando a mi hermano aún emocionado hablando con su impronta.
- Sí, bueno, supongo que es de familia - dijo Paul, sujetando con firmeza mi cintura.
- ¿Y cuándo llegan tu mamá y Cole? - preguntó Emily - Tengo muchas ganas de presionar esas lindas mejillas.
- Llegan en dos días más - dije con pesar.
- Bueno, eso les da a ustedes, tortolitos, la oportunidad de seguir con sus sucios juegos - dijo Embry antes de darle un mordisco a su carne.
Paul le lanzó una mala mirada a Embry y sé muy bien que, si no fuera porque me tiene sobre sus piernas, ya estaría encima de Embry.
- Es bueno poder dormir un par de noches completas - dije acariciando las manos de mi lobo que estaban en mi cintura - Pero no puedo evitar pensar que de alguna manera les arruiné las vacaciones a mamá y Charlie.
- Tal vez Charlie no lo tenía planeado, pero estoy segura de que aun así disfrutará de esas vacaciones - dijo Leah, luciendo serena.
El día había pasado más rápido de lo que me hubiera gustado. Los chicos sin duda estaban celebrando que todos continuáramos vivos. Los novatos, como yo, éramos los únicos que estábamos decepcionados de que no hubiera sucedido nada, pero sin duda, agradecidos de que todos estuviéramos bien.
Después de unas cuantas bromas por parte de la manada y algunas sorpresas al ver a Leah tan tranquila junto a su impronta; Paul y yo regresamos a nuestra casa, sintiendo el silencio como algo nuevo después de estar con un bebé de nueve meses durante tanto tiempo.
- Bueno, osita... estaremos solos un par de días más - dijo Paul con tono coqueto mientras me jalaba hacia él, sujetándome con posesividad de las caderas.
- Mmm, sí, tengo algunas cosas en mente que me gustaría que hiciéramos - dije volteándolo a ver, pasando mis brazos por sus hombros y enlazándolos por detrás de su nuca.
- ¿Es algo tan perverso como lo de la otra noche? - preguntó, haciendo referencia a la situación por la que ocasiono bromas por parte de los chicos.
- Bueno, a menos que quieras llamar perverso podar el pasto y limpiar a fondo la cocina y el garaje, sí, sí es perverso - dejé un beso sobre su mejilla y comencé a caminar hacia nuestra habitación.
Escuché la queja de Paul detrás de mí mientras seguía mis pasos.
- Oh, definitivamente estás bromeando - me cargó Paul como si fuera un costal de papas sobre su hombro.
- ¿Qué estás haciendo? - pregunté un tanto mareada por el repentino movimiento.
- Oh, vamos, bebé, son dos días sin nuestro hijo, debemos aprovecharlos al máximo - dijo Paul dándome una sorpresiva nalgada.
- Y justo por ello, debemos acomodar ciertas cosas en nuestro hogar - dije acomodándome sobre su hombro.
- Claro que acomodaré algunas cosas, bebé - dijo Paul bajándome en nuestro baño compartido - Acomodaré tu matriz...
- Paul - me reí sintiendo cómo me dejaba pequeños besos sobre mi cuello.
- Vamos, osita, quiero aprovechar estos días contigo - dijo Paul sujetándome del cuello y la cintura.
- Está bien, ¿pero puede ser mañana? Me siento demasiado cansada como para seguir tu ritmo esta noche.
- ¿Qué tal un baño caliente juntos y tal vez después yo pueda hacer todo el trabajo? - sugirió Paul comenzando a desvestirme con lentitud.
Reí de nuevo, aceptando con adoración la propuesta de mi lobo. Paul no dijo nada más, aceptando su victoria, y como si tuviera todo el tiempo del mundo, continuó con su trabajo de desvestirme, dejando suaves, cortos y dulces besos por donde sus manos iban pasando para desprenderme de la ropa.
Definitivamente, amaba a Paul y estaba demasiado feliz de que nuestras vidas estuvieran en paz por lo menos por un tiempo. No estaba segura de sí los Cullen continuarían metiéndose en problemas, pero sí estaba segura de que siempre protegería a mi familia con mi vida.
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Greek God | Paul Lahote
FanficDrew Clearwater amaba las leyendas de su pueblo. Cuando era niña, sus padres siempre se las contaban antes de dormir. Sin embargo, Drew nunca creyó que fueran reales. Nunca imaginó que una de esas leyendas cambiaría su vida para siempre.