Greek God | Paul Lahote

31. Metamorfosis del dolor

- Drew, ¿qué pasa?  - dijo Seth, viendo que no me movía - Di, vamos, dime algo.

Seth se acercó a mí, sujetándome de los hombros.

- Seth, ¿qué ocurre? - preguntó mamá, entrando a la cocina con Leah detrás de ella.

- No lo sé, alguien llamó, Di respondió, colgó demasiado rápido y ahora está temblando - dijo Seth, hablando con rapidez.

- Cariño, ¿qué sucedió? - Mamá dio un paso hacia mí, pero inmediatamente me lancé a los brazos de Seth a llorar.

Seth me abrazó con fuerza y sentí la mano de alguien sobre mi cabello.

- Papá murió - dije con dificultad sobre el pecho de mi hermano.

- ¿Qué dijiste? - preguntó Seth exaltado.

- Di, no bromees - dijo Leah con un tono realmente bajo.

Me separé de Seth con el rostro lleno de lágrimas, sintiendo mis piernas temblar, y volteé a ver a mamá, quien estaba estática.

- Durante la caza... le dio... él su-frió un ataque al corazón - expliqué sollozando.

- ¡No, no, Drew, no mientas! - gritó Leah mientras se jalaba el cabello y caminaba por toda la cocina.

- Leah - mamá la seguía de cerca, tratando de acercarse a ella.

Volteé a ver a Seth, quien se encontraba viendo a la nada y su cuerpo temblaba peor que una gelatina.

- Seth - quise acercarme a él, pero me tomó de los hombros, impidiéndolo.

- No, Di, te puedo hacer daño - murmuró viéndome a los ojos, parecía asustado.

Escuché a mamá gritar y muchas cosas cayendo, volteé a ver y vi un lobo blanco con unos toques grises y orejas delineadas finamente con un color café. Leah se había transformado. Mi corazón latía con fuerza y nuevamente quise acercarme a Seth.

- ¡Di, aléjate! - exclamó Seth antes de empujarme.

Caí al suelo sobre mi trasero, mi espalda casi tocando el suelo, mientras mis codos me servían de soporte. Pude ver cómo Seth se retorcía y un extraño humo parecía salir de su piel. Comencé a moverme hacia atrás aún sobre el suelo, sabiendo lo que venía.

No pasó mucho tiempo antes de que Seth se transformara, lastimando mi muslo con sus garras en el proceso, haciéndome gritar de dolor.

- ¡Drew! - gritó mamá en algún lugar de la cocina.

Seth parecía asustado, movía su enorme cabeza de un lado a otro como si buscara algo. Detuvo su mirada en mi pierna, específicamente en mi muslo, que estaba sangrando mucho. Seth aulló, un acto que me hizo estremecerme.

- Seth - traté de pararme, pero me dolía demasiado la pierna - Seth, tranquilo - me arrastré hasta estar más cerca de Seth, pero él retrocedía.

Se escuchó cómo se abría la puerta principal con brusquedad y unas fuertes y rápidas pisadas se dirigían a donde estábamos.

El primero en dejarse ver en la cocina fue un lobo gris, quien corrió en mi dirección. Supuse que era Paul, nunca lo había visto en fase, pero sus ojos me hicieron creer que era él.

- Estoy bien - dije con dificultad, empujando su cabeza lejos de mi cuello - Seth te necesita - susurré, aun alejándolo de mí.

Me preocupaban más mis hermanos que yo en ese momento. Paul volteó hacia donde estaba Seth y dio unos pasos hacia él, como si se estuvieran comunicando.

Un gran lobo negro pasó corriendo hacia donde creía que estaban Leah y mamá. Segundos después, un lobo café pasó en la misma dirección, no sin antes mirar en nuestra dirección. Finalmente, dos lobos más entraron; uno se fue hacia atrás y el otro se quedó dónde estaban Paul y Seth.