Capitulo 1

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                        Introducción

                       Quiero oscuridad

                       Quiero caos

                       Quiero destrucción

                       En mi vida.

Me preguntó a mí misma....

¿Por qué las personas de corazón puro le atrae la oscuridad?

Nunca tendré la respuesta si la desconozco.

Ten cuidado con lo que deseas, es lo que se suele decir.

Por qué el universo tiene oídos, y puede escuchar los deseos que tú pides.

Estuve rogando en sentir sensaciones nuevas en mi vida, que lo simple y la tranquilidad se esfumará de mi camino para poder vivir nuevas experiencias.

Necesito esas nuevas experiencias si quiero llegar a ser lo que quiero ser...

Y si, el universo me escuchó.

Todo lo que puedo decir es que...

Todo fue fatídico.

Tenía puesto el dedo en mi boca sentada frente al portátil y pensando, desvíe mi mirada a la hora que era.

Tres de la mañana.

No tenía inspiración, no tenía nada que escribir.

Me sentía frustrada por qué no podía escribir ni si quiera algo que me saliera de mi propia inspiración.

¿Como podría escribir un libro si toda mi vida ha sido perfecta?

No tengo nada de lo que escribir.

Vaya mierda.

Cerraba el portátil dejándolo sobre el escritorio y me volvía a mí cama.

No tendría por qué quejarme por qué tengo una buena vida, pero yo...

Lo que necesito es vivir, vivir de verdad

*******

Tengo veintiún años.

Voy a la universidad, estoy estudiando para la carrera de filosofía.

Y tengo un novio que me quiere pero...

—¿Tú vas a venir a la manifestación, Dafne?—preguntó Abigail refiriéndose hacia a mí mientras que comíamos en el campus.-

Sacudía mi cabeza sin entender

—¿Que manifestación?—pregunté sin entender.—

—Chica, lo que hemos hablado antes de empezar las clases.—dijo en un tono malhablado y rodaba sus ojos.— Las chicas harán una manifestación a fuera por qué reformaron las residencias de los chicos y a nosotras nos han dejado de lado, vamos a protestar.—

—¿Y para que voy a ir yo? Yo vivo en un apartamento.—

—Para apoyar a la causa.—

—No creo.—le respondía seriamente y me levanté del césped, sacudido mis vaqueros.— Además, este fin de semana he quedado con César, me ha dicho que tiene una sorpresa para mí.—

Abigail alzaba sus cejas incrédula y ella se cruzaba de brazos

—Pensaba que estabais peleados.—

Fruncía el ceño repentinamente sin entenderla

Fatídico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora