Capítulo 60

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Yo tenía un plan en mente y en ese plan es dónde Damien tenía que participar.

Solo lo tenía en mente, y ya lo estaba disfrutando por qué no se si se podría hacer realidad pero...

Lo que tenía algo por seguro, al cien por cien, es que nunca más volvería con Kyle.

Yo quería.. yo quería...

Es mejor que no le dé más vueltas al asunto, ahora lo que le preocupa es si Damien me cogerá la llamada, aunque.. le llamaría desde mi nuevo número.

El otro móvil ya me lo rompió Kyle y este es nuevo, pero aún seguía habiendo un problema.

Era si cuando me oyera la voz o supiera que soy yo, él fuera a colgarme.

Pasaron tres días desde la última vez que vi a Kyle.

Él me estuvo llamando, y me buscó en casa pero no obtenía ninguna respuesta ni la obtendría, por ahora.

Lo que sí hice fue llamar a Damien, estaba en mi habitación muerta de miedo, muy nerviosa pero tenía que hacerlo.

La señal de la llamada sonaba una.. sonaba dos.. sonaba tres.. sonaba cuatro...

—¿Hola? ¿Quién eres?—

Voy a ser directa con él.

—Hola, soy Dafne.—

—¿Damien? ¿Qué si soy Damien? Si, soy yo.—

—No, no.—respondía rápidamente para aclarar el malentendido.— Que soy Dafne.—

Un silencio se formó por parte suya y yo cerraba mis ojos, apretando el ceño por la vergüenza.

Me va a colgar la llamada, me la va a colgar.

—Oh, Dafne.—dijo en tono suave, y sorprendido al escucharme.— Cuánto tiempo.—

Abría mis ojos lentamente sintiéndome descolocada y dejaba mis labios entre abiertos.

—Damien..—dije su nombre con resentimiento y tragaba saliva segundos después.— Si.. cuánto tiempo.—

—¿Por qué me llamas?—

—Pues.. quería saber cómo estás.—respondí lo primero que se me venía a la cabeza.— Es que.. Abigail me dijo que te vio en el cine hace tiempo, bueno, no hace mucho.—

Me estaba poniendo un poco nerviosa.

—Y quería saber cómo te encontrabas.—añadía.—

—Ah, si, es cierto.—dijo.— Me la encontré en el cine mientras que yo estaba comprando palomitas.—

—Si.—dije.— ¿Como te va todo?—

—¿A mí? Pues bien, todo bien.—respondía mi pregunta con alegría y yo cada vez me sentía mal con remordimientos.— ¿Y a ti? ¿Como te está yendo todo?—

—Bien.—dije.— Solo.. te llamé para ver cómo te encontrabas, eso es todo.—

—Ah, pues gracias.—dijo.— Oye, tengo que colgarte por qué dentro de poco entro a trabajar.—

—Claro..—

—Gracias por llamarme y preguntarme cómo estoy ¿si?—

—No, no me las des..—

Él colgó la llamada sin dejar de despedirme y yo suspiraba con resignación por su rechazo disimulado.

Es lógico, no quería saber nada de mí.

Ha sido demasiado simpático con cogerme la llamada y dejar que hablara con él.

Tendré que olvidarme lo que tenía en mente relacionado con Damien.

Fatídico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora