Capítulo 38

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Me secaba las lágrimas deprisa y cerraba mis ojos apretando, con molestia.

—Se me habrá metido un poco de polvo en mis ojos.—

Abría mis ojos finalmente, mirándole completamente decepcionada por el vídeo.

—Me habías preocupado.—dijo de manera gentil y andaba hacia a mí, colocó su manos en mi rostro.— ¿Te ha gustado el restaurante?—

—Si.—respondí en voz baja.—

—A mi también.—respondió animado por mi respuesta y con una media sonrisa.— Las berenjenas a la parmesana me ha dejado bastante lleno.. y los ravioles que te pediste tenían buen aspecto.—

Mis ojos se clavaban a los suyos con cierto rencor.

—Deberíamos dormir un rato, luego tengo que ir a trabajar.—dijo Kyle, se inclinó a mis labios y me dio un beso en mis labios.—

Su intención fue apartarse pero yo también sostenía su rostro y le seguía el beso.

Tenía que descargar toda la rabia que sentía dentro de mi, y no iba ser pegándole, pero conocía otro método.

Le ponía ganas nuestro beso, y bajaba mi mano a su miembro apretando, por encima de su pantalón.

Él automáticamente se apartó de mis labios riéndose un poco.

—¿Y esto? ¿A qué viene?—

—¿Qué pasa? ¿No quieres acostarte conmigo?—pregunté a la defensiva, alzando una ceja repentinamente.—

—No.—respondió en seco y yo fruncía el ceño, confusa.— No es eso, es que la que últimamente no tienes ganas eres tú y me extraño.—

Yo colocaba una mano tras su nuca, atrayéndolo hacia a mí de forma brusca y entre abría mi boca para tentarle.

—Pues ahora sí quiero.—dije, mirando por última vez a sus ojos fijamente y luego le besaba con fuerzas.—

—Merecera la pena no dormir.—dijo en mitad del beso mientras me seguía el beso con ganas y agarraba mi rostro con fuerzas.—

Nos adentramos en la cama casi desnudos.

Kyle estaba sentado en la cama y yo de rodillas frente a él sin dejar de besarnos.

Todo lo que tenía en mi mente era aquel video, a aquella rubia cabalgando sobre encima de él.

Me moría de celos y el odio me consumía en estos momentos.

Kyle me estaba besando el cuello y yo me estaba recogiendo el cabello con una gomilla, haciéndome una cola-alta para estar más cómoda.

Él empezó a subirme mi camiseta de tirantes dejándome desnuda por completo y de repente empezó a besarme el tatuaje que me hice.

No paraba de besarme la zona del tatuaje hasta que subió su mirada a mí y me sonreía orgulloso por tener su nombre en mi piel.

Él se mordió el labio con fuerzas mirándome con deseo y de repente me dio una cachetada en mi trasero.

Yo colocaba mi mano con fuerzas sobre su torso desnudo siendo bruta con él.

—Tumbate.—dije sin mirarle a la cara mientras que él se tumbaba en la cama.—

Me coloqué sobre encima de él mientras que me rozaba con su miembro y Kyle apretaba mis pechos sin dejar de mover su labio.

Él realmente me deseaba tenerme, en cambio yo...

Ya me sentía un poco húmeda aunque no del todo, pero decidí colocar su miembro dentro de mí y penetraba hasta al fondo.

No quería ir lento, quería destrozarle.

Fatídico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora