Capítulo 10

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Me deprimí mucho.

Me sentí humillada por la última conversación que tuve con Kyle y se me repetía en mi mente.

Además, ni si quiera me mandó un mensaje.

Ni se preocupó por mi.

Rachel tuvo razón, yo nunca le interesé para algo serio.

Simplemente... para follarme cuando le apetecía.

Yo lo aceptaba, no voy a ser hipócrita.

Pero creía que con nuestros encuentros casuales.. iba a llegar a enamorarse de mi.

Que ingenua he sido.

¿De esta manera es como César se tendrá que estar sintiendo ahora?

******

Pasaron unos días y aún me sentía mal conmigo misma.

No quería estar metida en casa por qué se que pensaría en Kyle, y decidí irme a estudiar a la biblioteca.

Me dirigía hacia la biblioteca de la universidad hasta que escuché mi nombre por el pasillo y me giraba.

—Te llevo llamando hace rato.—dijo Abigail en voz alta, andando hacia a mí a paso rápido y suspiró.— ¿Se puede saber a dónde vas?—

—Voy a la biblioteca.—

—¿A la biblioteca? Si nunca has ido allí para estudiar.—

—Ahora si.—

—Vale, vamos juntas.—

Mejor, la compañía de Abigail me vendría bien.

Llegamos juntas a la mesa y nos sentamos en una de las mesas vacías.

Estaba frente a mis apuntes para el próximo exámen de la asignatura Historia de la filosofía.

Pero yo no dejaba de pensar en Kyle.

Idiota...

—Dafne.—susurró Abigail mi nombre, inclinándose hacia a mí.— Este fin de semana vámonos de fiesta.—

—¿A dónde?—

—A Two Kisses.—respondió.— Dónde trabaja Kyle, ya sabes que tendremos copas gratis.—

—No.—

—¿Cómo? ¿Por qué no?—

—¿No podemos ir a otra discoteca?—

—Joan va a vender drogas otra vez allí, y además, el ambiente de esa disco está genial, ¿Que tienes?—

—Yo no quiero ir.—dije y clavaba mi mirada hacia los apuntes un pelín nerviosa.—

—¿Pero que te pasa?—

No quería ponerle más excusas.

De nada serviría seguir alargando esto.

—No quiero ver a Kyle.—

—¿Y eso? ¿Que pasa? ¿Te cae mal?—

Aclaraba mi garganta, de repente.

—Me lo he tirado.—

Abigail abría sus ojos asombrada lo que le dije y colocaba sus manos en la mesa.

—¿Cómo?—dijo en un tono más alto y la gente se quedó mirándola.—

Yo chisteaba para que bajara la voz sintiéndome fastidiosa por ello y la miraba de forma amenazante.

—¿Te has tirado a Kyle?—

—Si, me he acostado con él.—

Ella me miraba quedándose en shock y dejaba sus labios entre abiertos.

Fatídico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora