Fatídico

Capitulo 50

Ya no solía mantener relaciones sexuales con Kyle desde la última vez qué le dije que no volviera a usar su palabrería sucia conmigo.

No es por qué Kyle no quisiera, es por qué no llegaba a tener el pene erecto.

A mí me extrañaba por qué siempre quería sexo y solía estar cachondo pero ahora.. ahora no es así.

Yo tengo necesidades, y tocarme por mi misma no es divertido, peor aún si tienes pareja pero no se le pone dura la polla.

Estuve hablándome con Jordan aunque mensajes cortos a escondidas de Kyle.

A mí Jordan me gusta pero solo para follar.

No recuerdo demasiado lo que sucedió en el baño pero el tío estaba demasiado bueno.

Y me lo quería volver a girar, pero lo curioso es que no lo haría por venganza, sino por placer, que es mucho peor.

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Después de que Kyle se fuera a su trabajo, yo me fui directamente a mi casa para ducharme y cambiarme de ropa con más tranquilidad.

Me puse una falda corta de estampado leopardo junto un top con cuerdas por delante de color negro, como una especie de corpiño apretado que resaltaba demasiado mis pechos.

En cuanto a mí calzado, me puse unos botas altas de plataforma de color negras también aunque de terciopelos.

Jordan es un hombre demasiado alto y yo soy muy bajita a su lado, creo que es lo único que tengo complejo de mi misma, mi pequeña altura.

Me maquillé mis labios de un rojo carmesí, pues, aunque mis labios son finos quería hacerlos mas gruesos y grandiosos, también me hice un delgado eyeliner en ambos ojos.

Por último, me hice una coleta bien alta, o mejor dicho, una cola de caballo.

Me miraba de forma presumida y también con mucha seguridad en si misma al verme tan... empoderada.

No me reconocía en el espejo por estos momentos, parecía otra Dafne cuando estoy lejos de Kyle...

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Jordan me recogió con su coche en la puerta de mi edificio cuando ya era alrededor de las doce de la noche.

Me quería invitar a cenar pero yo quería evitar formalismos por qué tarde o temprano íbamos a acabar en la cama.

Él decidió llevarme a un pub de copas, pero era un sitio tranquilo con un ambiente relajado y música pop de fondo.

Aquel hombre de rasgos latinos con una sonrisa natural pero con un toque engreída era mi cita y era un tipo conservador.

Me contaba anécdotas sobre su país, sobre sus trabajos, un poco de su infancia...

No me estaba aburriendo para nada y no dejábamos de beber una copa tras otra.

Fue una cita perfecta con una alargada conversación compartiendo risas cómplices y halagos entre ambos.

Jordan no dejaba de apretar uno de mis muslos mientras que se ponía hablar conmigo y a mí no me disgustaba, de hecho, me provocaba más en ponerme más cachonda.

Pero la cita no podía terminar.. sin echar un polvo.

.......

Él me follaba a cuatro patas estando de pie detrás mía y yo colocaba mis manos sobre la cama sintiendo como mi vagina chorreaba de lo mojada que me sentía.

Jordan me estaba clavado su miembro hasta al fondo con todas sus fuerzas y apretaba mi cintura mientras le escuchaba de gemir en alto.

Yo no paraba de disfrutar en ningún momento.