Capítulo 21

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Abigail me conoce demasiado bien.

Por algo es mi mejor amiga.

Andaba dejando la puerta abierta y me adentraba a mi pequeño salón con los brazos cruzados, sintiéndome deprimida.

Escuché como Abigail cerraba la puerta y se adentró al salón también.

—¿Quieres algo de beber?—pregunté desanimada dándole la espalda.—

Me giraba lentamente para mirarle a la cara y Abigail hizo una mueca, mirándome.

—Si, pero mejor que me sirva por mi misma, tú no estás de ánimos.—

Decidí sentarme en el sofá, dándole la razón interiormente.

—En la nevera hay de todo.—

Me quedé en su espera hasta que volvió con un vaso de refresco de cola y se sentó a mi lado.

—¿Que te ha pasado, Dafne?—

Me quedé con la mirada perdida a la mesita pequeña del salón.

Si le digo la verdad me voy a romper a llorar.

—Kyle me ha puesto los cuernos.—

Ella abría su boca asombrada por lo que le conté y desvíe mi mirada hacia a ella.

Pero.. Abigail no estaba tan asombrada de lo que yo podía esperar.

Me fijé como dio un sorbo al vaso de cristal y alzaba sus cejas.

Agh...

Ya conocía esa mirada.

—Venga dilo, Abigail, no te cortes.—dije molesta por su reacción y con mis brazos cruzados.—

Abigail dejo de beber, retirando sus labios y me miraba de repente.

—¿Me dejas decirlo?—

—Claro, dilo.—respondí con sarcasmo.—

—Te lo dije.—

La miré enojada por lo que dijo y empecé a negar por su poca empatía hacia mi persona, de repente me quedé mirando al frente.

—Joder, Dafne, te lo dije.—dijo nuevamente indignada por mi reacción y me señaló.— Lo siento por ser tan dura pero ya te lo advertí.—

—Lo sé.—

La escuché de suspirar de repente y volvía a dar otro sorbo, luego dejaba de beber.

—Cuéntame mejor que ha pasado.—

—Nada, estábamos bien, hasta que hace menos de una semana me encontré un tanga en su habitación.—

—¿Y que excusa te dijo? Quiero saber hasta lo lejos ha podido llegar.—

—Ninguna.—respondí.— Me dijo la verdad, a la primera.—

—No puede ser.—dijo y está vez sí estaba sorprendida.— ¿Un hombre diciéndote la verdad a la primera? ¿Kyle es un extraterrestre?—

—¿Podrías tomarte esto en serio? Por qué a mí no me hace ni puta gracia.—

—Dafne, no me estoy riendo pero los tíos suelen mentir para seguir metiéndola, me sorprende que te haya dicho la verdad sin pestañear.—

—Me la dijo por qué según él, él y yo no somos novios.—

—Oh, Dios.—dijo señalándome de repente con el vaso y soltó una carcajada irónica por ello.— Esa si que es buena.—seguía hablando con sarcasmo y dejó el vaso sobre la mesa.— Sabía que la excusa de "seguir conociéndonos" significaba qué te quería follar a ti y otras.—

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