¿Para que iba a estudiar filosofía si no tenía pregunta que hacerme a mí misma?
Los filósofos se cuestionaban todo, absolutamente todo y para todo tenían respuesta.
¿Que respuesta quería buscar yo en la vida si nada interesante me había pasado a mi?
Me encanta la filosofía, conocer sus dudas existenciales y la manera en que ellos veían la vida pero...
No logro a entenderla.
Le dije a César que no podía ir a comer con sus padres por qué tenía exámenes que hacer.
Él no le pareció mal y para mí fue más fácil.
Yo quedé con Abigail a la puerta de la universidad para ir a esa absurda manifestación.
Pero el problema es que me quedé dormida, he dormido una siesta larga.
Cuando miré mi móvil, tenía un montón de mensajes y llamadas perdida.
Me dijo que la manifestación empezaba a las ocho de la tarde y ya era las nueve y media de la noche.
Le mandé unos mensajes diciéndole que me quedé dormida, que me vestía e iba hacia allí.
A ver qué ocurrirá.
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Me presenté a la universidad sobre las diez y media de la noche, me encontraba en la acera frente a la universidad.
Ni de puta coña iba a cruzar la calle.
Había un montón de chicas fuera de la universidad con carteles manifestando el arreglo de su residencia y había mucha gente de la calle discutiendo con ellas por el jaleo que estaban formando.
Decidí llamar a Abigail y lo cogía preguntándome dónde estaba.
Le pedí que cruzará la calle, subía mi brazo para que me reconociera y me miró captando mi atención.
Me hizo caso y cruzaba la calle rápidamente.
—Joder, Dafne, has venido dos horas más tarde.—dijo Abigail quejándose por mi tardanza y yo suspiré profundamente por ello.—
—¿Y que quieres? Me he quedado dormida.—respondí de forma borde.— ¿Que está pasando?—
Abigail desvío su mirada hacia la manifestación y luego me volvía a mirar.
—Vino la policía hace rato por el escándalo público que estaban haciendo, las chicas huyeron pero han vuelto y han bajado vecinos de los edificios alrededores por el mismo motivo, van a volver a llamar a la policía.—
—Ah, pues yo no pienso ir hacia allí, paso de líos.—
—Yo también... me ha hablado mi novio, me ha dicho que vaya a la discoteca donde está él.—
—¿A una discoteca? ¿A cuál?—
—Two Kisses.—
Puse una mueca sin tener ni idea.
—Me ha dicho que trabaja un amigo suyo y que nos pondrá las copas gratis, vamos.—
Me miré a mi misma por qué no iba vestida adecuada para ir a una discoteca, unos pantalones acampanados de color azul claro, una sudadera de color lila y unas deportivas negras.
La volvía a mirar alzando mis cejas.
—Abigail, no estoy bien vestida.—
—Ni yo tampoco, además que no es un sitio lujoso, es una discoteca normal.—dijo.— Vamos a tomar el bus y vamos, venga.—
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Fatídico
RomanceDafne es una joven estudiante de filosofía que quiere escribir un libro pero por falta de experiencias en su vida no se vez capaz de hacerlo. Ha tenido una vida buena, una vida perfecta. Un novio que la quiere, una familia que la aprecia y rodeada d...