Capítulo 51

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—¿Se puede saber dónde has estado hasta ahora mismo?—

Mi sonrisa se desvaneció por completo y me quedé mirando al frente sin poder ofrecerle ninguna respuesta que fuera convincente.

De repente, desvíe mi rostro detrás de mí aunque él seguía de espaldas y dejaba mis labios entre abiertos, nerviosa.

—¿Te acabas de despertar?—

—No.—respondió de manera borde.— Llevo esperándote despierto desde que he llegado a casa.—

¿Qué cojones...?

—No te vi en toda la noche en la discoteca y pensaba que estabas a fuera, esperándome en la salida y tampoco estabas.—dijo en un tono serio y más enojado de lo normal.— Te mandé un montón de mensajes y te llamé, pero no lo cogías.—

—Ya, es que..—

Me interrumpió.

—Al final, decidí volverme a casa a esperarte pero.. no volvías y no pude dormir tranquilo hasta que volvieras.—hablaba en todo momento con alta seriedad y en un tono más grave por el enojo.— Y me preguntó que te ha tenido que pasar para que volvieras a las diez de mañana.—

—Si, eso quiero contarte.—

No puedes ponerte nerviosa, Dafne, tienes que sonar convincente.

Una ve engañaste a César con facilidad, con Kyle es básicamente lo mismo.

Él se levantaba de la cama con coraje y mis rodillas temblaba un poco pero lo camuflaba cruzándome de piernas.

Kyle no me miraba a la cara pero se puso en pie hasta dirigirse a la puerta y luego se giraba lentamente para mirarme a la cara.

La mirada de él era tétrico y con una clara inseguridad que sus ojos lo delataban.

Él me miraba de arriba abajo con un mirada juzgadora por mi vestimenta y yo cruzaba más mis piernas sintiéndome sucia por momentos.

¿Como podía tener él ese tipo de control para hacerme sentir mal con una simple mirada?

Yo tocaba la palma de mi mano, una con otra, que estaba sudando pero aquello Kyle no lo estaba percibiendo con claridad.

—Me fui con Abigail de fiesta, le dije de ir a tu trabajo a beber copas gratis pero.. ella no quiso por si se encontraba a Joan y fuimos a otra parte.—dije, contándole aquella mentira con naturalidad y sin apartar la mirada de sus ojos mieles.— Fuimos a otra parte y ella empezó a beber más de la cuenta, así que.. no tuve otra opción que llevarla a casa y quedarme a dormir con ella.—

Finalizaba aquella convincente mentira con un mueca y agachaba la mirada al suelo para dramatizar pero también por los nervios.

—Nos regresamos a casa temprano pero.. no podía dejarla sola por qué se puso a vomitar y me quedé vigilándola toda la noche.—dije, sin apartar la mirada del suelo por segundos pero luego le miraba a él con un falso sentimiento apenada y suspiré con resignación.— Eso fue lo que pasó.—

Kyle me miraba a mi rostro de manera tenebrosa y yo tragaba mi saliva por la forma tan espeluznante que me estaba mirando.

Él colocó una mano sobre su barbilla, creando incertidumbre en el ambiente y me estaba poniendo más nerviosa de lo que estaba.

—¿Y te arreglas así para estar con Abigail?—preguntó optando una actitud tranquila pero sin dejar de mirarme de manera intimidante y acto seguido, me señaló con el dedo.—

Me miré a mi misma sin ver nada raro en mi ropa y luego le miraba a él frunciendo el ceño.

—¿Qué tiene que ver mi ropa?—

Fatídico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora