Capítulo 52 - Chaleco antibalas

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Punto de vista de Lisa Manobal

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Punto de vista de Lisa Manobal.

El viaje de vuelta a casa, o mejor dicho, al hogar de mi infancia. Había sido bastante pesado. Por suerte, Evelyn había dormido durante todo el viaje y no se sumaban más problemas a la situación. Por otro lado, Jennie estaba enfadada conmigo porque no le comentaba ni una palabra sobre nuestro repentino viaje. Entendía que estuviera enfadada conmigo, si yo estuviese en su lugar, también lo estaría. Pero todavía no era el momento.

Llegamos a la casa de mis padres aproximadamente a las cinco de la mañana. Rosé y Jisoo aparcaron justo detrás nuestro. Jennie logró descansar un poco en el coche al contrario que yo, a pesar de haber sido un viaje largo y no haber dormido en toda la noche, estaba muy despierta. Dormir era algo que últimamente se me hacía imposible pero tampoco lo necesitaba. Ahora, toda mi atención se enfocaba en el plan que habíamos trazado para librarnos de una vez por todas de Amanda. No necesitaba dormir.

Mi padre nos recibió con una sonrisa a a pesar que las circunstancias no eran muy idílicas. Todavía llevaba puesto el pijama y su corto cabello estaba enmarañado. Jennie sostenía en sus brazos a Eve, quien dormía tan a gusto abrazada a su cuello. Marco nos miró sorprendido al ver aquella pequeña durmiendo entre sus brazos. 

– Que... ¿Qué a pasado?

Solté una pequeña risa al ver lo impresionado que estaba. 

– Una larga historia. ¿Podemos pasar? Me muero de hambre... – Jisoo se abrió paso entre nosotras y se plantó frente a mi padre. – ¿Puedes cocinar algo rico? Lisa dice que eres chef, apuesto a que se te da muy bien cocinar pollo. 

– Jisoo. No seas tan descarada. – Jennie habló algo fuerte, despertando a Eve. – Oh no... Perdona... 


La pequeña se incorporó en su pecho, frotándose un ojito con cansancio. 


– Mira lo que me has hecho hacer... – Murmuró Jennie hacia la pelinegra.

– ¿Qué culpa tengo yo de tener hambre?


Me acerqué a la pequeña y acomodé su pequeño gorro con orejitas de gato en su cabeza. 


– ¿Quieres que la lleve yo? – Jennie asintió pronunciando un ligero gracias entre sus labios. 

En cuanto Eve pasó a mis brazos. Esta se acurrucó en mi pecho, observando a los demás con curiosidad. 

– Lili... – murmuró cerca de mi oreja, tapando su boca para que los demás no pudiesen escuchar. – ¿Quién es ese hombre?

– Oh... – Pestañee sorprendida y apreté mis labios. – Cierto... Amhm... Papá. Esta es Evelyn. 

Marco me miró frunciendo el ceño en cuanto me acerqué a él con la niña en brazos. 

𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨  -  JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora