˗ˏˋ ❆ ☃ ☁ ˎˊ˗Lisa odiaba las mañanas. Las odiaba con toda su alma y con cada fibra de su cuerpo. Despertar en una cabaña en la montaña, con el frío retador del invierno y en plena ventisca para ir a trabajar, todavía de noche, al bendito pueblo que odiaba era lo pero de su semana. Trabajando en una ferretería que también odiaba. Saludando a los vecinos que pasaban a comprarle y preguntarle unas cuarenta veces por el precio de las luces de navidad que tanto se cansaba de repetir. De tan solo pensarlo quería seguir en la cama y dormir todo lo que quedaba de invierno.
Espera un segundo...
Cama...
Su cama
Algo se sentía diferente.
Se estiró en la cama, sintiendo como todas sus extremidades tronaban y dolían. Al instante sintió un peso en su pecho que le interrumpió su momento de "asimilación mañanera".
Oh...
Esto era lo diferente.
Le costó abrir los ojos ya que estaba muy cansada. Esta no era su habitación...
Rápidamente recordó lo sucedido la noche anterior y miró hacia abajo, encontrándose con la castaña abrazada a su cintura, con sus labios entreabiertos, soltando pequeños ronquidos. Su pelo estaba alborotado y su espalda estaba descubierta, dejando a la vista las tiras de su sujetador.
Mierda.
No llevaba camiseta.
¿Por qué no llevaba camiseta?
La rubia se asustó y de un salto volvió a taparla con la sábana, apartando su vista del cuerpo de la castaña. Nerviosa, intentó levantarse sin hacer ruido para no despertarla, quitando sus brazos que rodeaban su cintura en un agarre casi imposible de zafarse. ¿Cómo podía tener tanta fuerza ésta minion?
Cuando pensó que se había librado de ella, Jennie volvió a sujetarla fuerte entre sus brazos, volviendo a sentar a Lisa en la cama y acostándola al instante. Esta vez Lisa le daba la espalda y Jennie la abrazaba por detrás, apoyando su mentón en el hombro de la rubia en busca de confort.
Jennie quejó al notar que el cuerpo de la contraria se movía demasiado impidiéndole dormir y el corazón de Lisa empezó a latir como loco, notando la respiración de la castaña justo detrás de su oreja acompañado de un pequeño gemido como protesta, al ver que la contraria se resistía a ser su almohada personal.
Lisa aguantó la respiración al notar los pechos de Jennie contra su espalda y se maldijo por pensar lo que en esos momentos estaba pensando...
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𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 - Jenlisa
FanficLisa, una artista que no ha pintado un solo cuadro desde aquel terrible accidente, se ve obligada a alquilar una habitación en su casa de campo a Jennie, una mujer de Nueva York con una vida muy mediática, quien huye de su boda, a escasos minutos de...