Lisa, una artista que no ha pintado un solo cuadro desde aquel terrible accidente, se ve obligada a alquilar una habitación en su casa de campo a Jennie, una mujer de Nueva York con una vida muy mediática, quien huye de su boda, a escasos minutos de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un año y seis meses después...
Mountain View Cemetery - City of Vancouver
— Ha pasado mucho tiempo desde que te vine a visitar...
Lisa observa la lápida con detenimiento. Suspira con pesadez al ver que la cantidad de forraje que oculta el nombre yace en ese lugar. Piensa que por culpa de su trabajo ha estado demasiado ocupada como para tomarse un tiempo y cuidar ese pedestal. Le remuerde la conciencia verla en ese estado así que se agacha de cuclillas y espolsa el exceso de tierra de la roca.
— Te traje flores. — sonríe y lleva estas a su nariz para olerlas. — Sé que no es mucho pero no he tenido tiempo para comprar algo más original...
Sonríe con amargura, pero sabe que a la mujer le daría igual lo que le trajese. Ella sería feliz con tan solo verla de nuevo.
— No tengo mucho tiempo. Hoy tenemos que viajar a la casa de mis padres. Mi mujer a insistido en que había que levantarse temprano, así que... He decidido pasarme por aquí un rato y desearte una feliz Navidad. — se ríe porque le parece ridículo pero a la vez tierno.
— Sé que todavía no es el día, pero, quería desearte un buen día de todos modos. – se rió pensando que a ella le resulta gracioso.
— A demás, Eve está muy emocionada por volver. Ya a pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvimos allí.
Vagos recuerdos regresan a su mente. Hoy se cumplen casi dos años desde aquel día en la cabaña. Para ella es un momento muy especial ya que lo recuerda con nostalgia.
— Evelyn es muy lista. Realmente lo es. Siempre suele acabar sus deberes más rápido que el resto de sus compañeros y dice que no le parece difícil. ¿Puedes creerlo? Está en primaria, resolviendo multiplicaciones y divisiones y le parece fácil...
Niega con la cabeza.
— Eve es un encanto... Aunque eso tú ya lo sabes ¿cierto?
Su vista vuelve a posarse sobre la lápida, como si estuviera esperando una respuesta de su parte a pesar de saber que no la obtendrá. Solo consigue la respuesta del viento, una pequeña brisa gélida que la hace temblar y querer abrazarse.
Se queda en silencio por unos minutos y siente que el tiempo se le echa encima. Pestañeó repetidas veces y sacó su móvil para consultar la hora.
— Oh... Es tarde. – agranda los ojos y guarda de nuevo su móvil en su bolsillo. — Siento no poder quedarme más tiempo.
La mujer se agacha y deposita las flores en el jarrón de al lado.
– Compré el desayuno para tomar antes de que se despierten. A ella realmente le encantan los panqueques, ¿sabes?
Sonríe para sí misma y se acomoda de nuevo su abrigo.
– Nos mudaremos a París... — siente que la noticia la destroza pero sabe que es lo correcto.
