Punto de vista de Jennie Kim.
– Lili, la masa no se hace así. – sonreí al verla envuelta en una gran nube de polvo, presionando el rodillo contra la mesa.
Cuando alzó su vista para verme, solté una carcajada al instante. Sus mejillas estaban cubiertas de blanco. Evelyn estaba a su lado, decorando las galletas que habíamos hecho anteriormente. Bueno, que yo había hecho mientras Eve y Lisa me observaban puesto que estaban muy ocupadas jugando con Kuma. Mi pobre pequeño estaba siendo acosado amorosamente por ambas chicas. De vez en cuando, Lisa lo sostenía de sus patitas y lo alzaba para imitar al mítico superhéroe llamado Superman. Debo admitir que gracias a su carisma, Evelyn se estaba divirtiendo mucho. Su sonrisa gomosa la delataba, incluso cuando la mayor hacía tonterías, ésta se reía de forma incontrolable.
Nunca la había visto así de feliz.
Nunca había sido tan feliz como en este momento.
Me acerqué a Lisa y la abracé por detrás. Evelyn nos miraba sonriente, atenta a mis movimientos, ambas nos miramos con una sonrisa cómplice. En cuanto la más alta notó mi presencia, del susto, pegó un pequeño botecito. Apoyé mi barbilla en su hombro y se giró para verme. Mis manos se deslizaron por sus brazos con la intención de arremangar las mangas de su camisa.
– Estoy haciendo lo mismo que tú. – me reprochó.
– La masa es más fina, ¿Cómo vamos a poner los moldes?
– Pero las demás son más gruesas.
– Porque se inflan en el horno. – reí. – Tu padre es chef, ¿nunca te enseñó a hacer galletas?
Me aparté de ella quedando a su lado. Posé mi mano en su hombro y la deslicé hasta su rostro. Con la punta de mis dedos intenté quitar el exceso de harina que tenía en las mejillas. La rubia me miraba con un leve sonrojo en su rostro. Arrugó la nariz en cuanto mis dedos contactaron con su piel.
– No. – desvió su vista hacia mis labios. – ¿Cómo sabes tanto de cocina? Cuando nos conocimos ni siquiera sabías freír un huevo. Te daba asco.
– Oh, vamos. Ha pasado mucho tiempo desde eso... – Reí. – Además... En todo este tiempo he podido aprender de la mejor.
Le dediqué un pequeño guiño y Lisa sonrió ampliamente.
– Yo también quiero saber como se hacen... – Eve se acercó a nosotras.
Bajé mi vista hasta mi cintura y encontré a Evelyn sujetándome de la falda a modo de demanda. Estaba algo avergonzada, jugueteaba con la tela de ésta evitando mirarme, aquel gesto me pareció la cosa mas tierna del mundo. Todavía le costaba adaptarse. Aunque Lisa y yo estábamos haciendo todo lo posible para que la pequeña no se sintiera fuera de su confort, ambas sabíamos que este periodo de adaptación iba a costar bastante. Educar a una niña no es para nada fácil, a veces sueles decir cosas que no quieres decirlas de una manera y se acaban malinterpretando. Cuando eres padre, todo se vuelve el doble de difícil y entiendes que todo lo que vea tu pequeña afectará en su educación y su percepción del mundo. Todas tus acciones, tus consejos y palabras son cruciales, y tanto Lisa como yo, sabíamos que Evelyn había normalizado cosas inhumanas del las que tú, querido lector, y yo, somos incapaces de cometer ni entender. Cuidar de una persona es algo que muy pocos saben hacer, aunque no tenia ni idea de como hacerlo y por mucho miedo que me diese, solo me guiaba por mi corazón e instinto. Evelyn estaba en su casa, nosotras seremos su hogar, así que aprenderemos juntas a como vivir y disfrutar de la vida.
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𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 - Jenlisa
FanficLisa, una artista que no ha pintado un solo cuadro desde aquel terrible accidente, se ve obligada a alquilar una habitación en su casa de campo a Jennie, una mujer de Nueva York con una vida muy mediática, quien huye de su boda, a escasos minutos de...