˗ˏˋ ❆ ☃ ☁ ˎˊ˗Punto de vista de Jennie Kim.
Subí la última maleta arriba del armario de la habitación de Evelyn. Dos horas después, por fin habíamos acabado de deshacer nuestras maletas. Me lancé a la cama con la sensación gratificante de haber acabado mi tarea, permitiéndome estirar cada una de mis extremidades y solté un leve suspiro cansado. Hace unos días que me encontraba algo cansada al mínimo esfuerzo que hacía. Después del accidente de hace dos años, tuve una larga y agotadora recuperación. Pasé varios meses hospitalizada y en observación constante por múltiples cirujanos que no dejaban de inyectarme cosas nuevas a cada hora. El tiempo en el hospital fue horrible, pero por lo menos tuve las visitas de Evelyn y Lisa cada día. Por las noches Rosé y Jisoo se quedaban junto a mí. Dormían en el hospital conmigo y siempre, e intentaban robarme gelatinas de las bandejas de los almuerzos que llevaba las enfermeras en su carrito. El doctor que me dio el alta, me recetó unas pastillas para evitar la fatiga en mi corazón. Según el cirujano, sufrí algunas complicaciones en las operaciones que dificultaron la intervención pero con suerte pude salir ilesa. Ahora solo tengo un corazón estresado que necesita descansar a cada momento que sostengo algo de peso. Connor dijo que no tenía que preocuparme por nada y que debía hacer más ejercicio, (sin excederme) Gracias a los medicamentos los síntomas desaparecían pero había veces que era insoportable. Aún así, después de esa experiencia tan horrible que no desearía ni a mi peor enemigo, agradezco de poder seguir adelante. De poder seguir junto a Evelyn y Lisa...
Y bueno...También a la familia que viene en camino.
— Jen, ¿has visto a Lisa? Quería preguntarle una cosa... — mi hermana entró a mi habitación y me observó. — Oh, estás aquí.
Alcé la vista y le indiqué que pasara con la cabeza. La mujer se recostó del lado contrario de la cama.
— ¿Qué haces?
— Meditar. — respondo aun con mi vista puesta en el techo.
— ¿Qué meditas?
— No lo sé. — suspiré.
— Oh... — se quedó en silencio.
— ¿Para qué necesitas a mi esposa?
— Por nada en especial, me aburría y quería molestarla un rato... — reí.
— Pues... Creo que has llegado tarde. Taylor ya se está encargando de eso.
La mayor abrió la boca con sorpresa pero no dijo nada.
— ¿Todavía siguen peleando?
— Teniendo en cuenta que hace más de dos años que no se dirigen la palabra...
— ¿De verdad? – asentí. – Vaya... ¿Las has visto?
— Hace un rato bajé al vestíbulo, pero en cuanto escuché como se gritaban entre ellas decidí que preferiría agobiarme desempacando maletas.
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𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 - Jenlisa
FanfictionLisa, una artista que no ha pintado un solo cuadro desde aquel terrible accidente, se ve obligada a alquilar una habitación en su casa de campo a Jennie, una mujer de Nueva York con una vida muy mediática, quien huye de su boda, a escasos minutos de...