˗ˏˋ ❆ ☃ ☁ ˎˊ˗Lisa se encontraba preparando en la cocina un plato delicioso. Hoy parecía ser un día soleado con respecto a los anteriores días. La temperatura había bajado unos grados y los vecinos podían salir de sus casa desde ya temprano. A Lisa le ponía de muy buen humor el clima cálido, ¿un poco paradójico verdad? Teniendo en cuenta que vive en uno de los lugares más helados del planeta.
La rubia decidió que era un día perfecto para salir a pasear y tuvo la gran idea de planificar un día entero junto a Jennie. Estaba segura que la morena ya había recorrido todo el pueblo y se lo sabía a la perfección. Pero no sabía los secretos que este escondía, los lugares más hermosos que este poseía y el verdadero motivo por el que Lisa decidió mudarse de París a este lugar tan apagado y sombrío.
A veces los paisajes más tristes tienen tonalidades de colores vivos.
Así que, junto a Jennie y un despertar lleno de besos y amor empalagoso, decidió darle una sorpresa.
Sé lo que estáis pensando.
No es una cita...
Solo es una pequeña salida.
O eso es lo que Lisa intentaba pensar para auto convencerse.
Pues bien, Jennie se encontraba en el alféizar de la ventana del salón. Allí se recostó mientras seguía leyendo el libro que Lisa le recomendó "Los siete maridos de Evelyn Hugo" la verdad le parecía un libro cuanto menos interesante. La vida de la protagonista era tan apasionante y triste que consiguió atraparla en poco tiempo. Ya ven, se lo recomendó anoche y ya iba por la mitad del libro.
En la tranquilidad del silencio, la chica bebía de su té calmadamente. Había llegado a un punto interesante en la lectura y decidió parar unos segundos antes de retomarla. La aparición de Celia en la gala de los Oscar la dejó de piedra y no pudo hacer más que cerrar el libro y admirar el paisaje por la ventana.
Era un día realmente especial, se atrevía a decir que agradable. El sol había alcanzado su punto justo entre las dos de la tarde y las tres, con lo cual la luz del sol se colaba por la ventana, cubriendo el cuerpo de la castaña, calentándola sin necesidad de ponerse una manta. Lisa, de vez en cuando miraba hacia la ventana, la luz que se colaba incidía en los ojos castaños de la morena y le dejaban un color especial, un tono miel claro que abrazaba sus pupilas pequeñas. Por la forma de sus ojos realmente pensó que se parecía a un felino. Aquella comparación la hizo reír puesto que ella detestaba los gatos.
Admiró la naturaleza con la que la postura relajada de Jennie se apoyaba contra la pared, estirando su pierna derecha sobre el alféizar y con la otra recogida, donde, en su rodilla apoyaba el libro que le recomendó. Parecía tan concentrada en la lectura... Debería estar leyendo aquel momento tan interesante del libro, puesto que se le formó un pequeño óyelo en su moflete, escondiendo una sonrisa de ilusión.
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𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 - Jenlisa
FanfictionLisa, una artista que no ha pintado un solo cuadro desde aquel terrible accidente, se ve obligada a alquilar una habitación en su casa de campo a Jennie, una mujer de Nueva York con una vida muy mediática, quien huye de su boda, a escasos minutos de...