Lisa, una artista que no ha pintado un solo cuadro desde aquel terrible accidente, se ve obligada a alquilar una habitación en su casa de campo a Jennie, una mujer de Nueva York con una vida muy mediática, quien huye de su boda, a escasos minutos de...
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¿Alguna vez han planeado algo con tanta impaciencia, como un viaje importante, y después, todo lo que habían pensado, sale completamente diferente a lo que esperaban?
Pues eso es lo que le pasaba a Lisa en este instante.
El viaje a Francia lo había planeando con semanas de antelación. Con la ayuda de Rosé y Jisoo pudo investigar a fondo en las fantasías de Jennie y es que la rubia pensaba hacer el viaje de sus sueños y cumplir todas sus fantasías frustradas de niña, que tanto había roto su madre. Su hermana le había contando que ella y Jisoo siempre habían soñado con vivir un amor de película desde que vieron "Titanic" en la casa de unos amigos cuando apenas tenían diez años.
Le contó que se prometieron a ambas, que cuando fueran adultas, se casarían con un príncipe azul y vivir en un castillo más grande que el de la cenicienta. Lisa supo en seguida que Jennie era una romántica empedernida. Así que la idea de ir a parís y preparar una cena romántica en lo más alto de la torre pensó que podía satisfacerla.
Y, como no, el viaje cambió por completo en un abrir y cerrar de ojos.
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Paseaban de la mano tranquilamente por el museo, admiraban las obras populares que Jennie tanto había deseado ver en persona. A la castaña le encantaba todo lo que tenía que ver con el arte, y le encantaba aún más cuando Lisa le explicaba la historia de cada cuadro. La rubia sabía absolutamente todo de ellos, el material con el que se habían pintando, el año en el que lo hicieron, el autor, hasta el soporte que habían utilizado... Parecía una wikipedia andante.
— Adoro esta escultura...
— Psique reanimada por el beso del Amor. — Completó la castaña apoyando su cabeza en su hombro. — Parece tan romántico...
— ¿Sabes de que trata? — ella negó. — Para mí es una historia trágica. — Jennie la miró extrañada.
— Cuéntame... — la rubia rió por el interés repentino.
— Esta escultura narra una historia de amor interrumpida por los celos. Psique era la más bella del mundo en ese momento, era tal su belleza que muchos hombres se alejaban del templo de la mismísima afrodita para adorar su belleza.
— Hombres... — ambas rieron.
— Afrodita sentía celos de ella, así que le pidió a uno de sus hijos, Eros, más conocido como Cupido.
— Oh... ¡El bebé ese con alas y arco! — la rubia rió.
— Bueno, no es un bebé. Pero si, ese cupido— la miró con ingenuidad— Mandó a su propio hijo para que le lanzara una de sus flechas para que se enamorara del ser más horrible en el planeta.
— Oh no...
— Eros obedeció a su madre, pero accidentalmente se pinchó con la flecha que iba a lanzarle a Psique, así que quedó enamorado perdidamente de ella.
