𝒜𝓁𝓁 𝑀𝒾𝑔𝒽𝓉 𝓍 𝐸𝓃𝒹𝑒𝒶𝓋𝑜𝓇 𝓍 𝓁𝑒𝒸𝓉𝑜𝓇𝒶 [🔥🌞]

capítulo diecisiete.

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Yagi Toshinori.

Mis piernas corrían a toda prisa, corrían como si estuviera concursando en una carrera, o como si estuviera haciendo deporte como en la clase de educación física en la escuela. Este no era el caso, el pendejo de Enji había hecho llorar a Akane, a NUESTRA Akane. Jamás se lo perdonaría.

—¡Enji!

Alcé mi voz todo lo que pude una vez que observé su espalda, estaba caminando con la cabeza agachada, pero pude identificar esa enorme espalda suya. Incluso si no parecía él mismo en ese momento. Su aura había cambiado, ¿Dónde estaba aquel Enji egocéntrico y confiado de si mismo? Ahora solo había... un Enji con inseguridades. Con solo ver su maldita espalda podía ver todo de él, no sabía cómo podía ser posible eso

Maldición, no quería ver sus ojos.

—¡Todoroki!

Él seguía en aquel transe, caminando sin rumbo alguno, aquel camino no era la de su casa, no sé a donde carajo estaba yéndo, pero comenzó a caer algunas gotas del cielo, ¿Por qué llovía en un momento así?

—¡Endevor!

Grité ahora su nombre de héroe, él levantó su cabeza y dejó de caminar en ese momento. Solté el aire de mis pulmones y dejé de correr una vez que estaba cerca de él, caminé con una velocidad considerable mientras mi pecho subía y bajaba. Abrí mis boca para respirar más y recuperar el aire que había perdido por culpa del mayor.

—Enji...—Susurré arrastrando mi voz.

Dejé de caminar cuando estuve a su lado, él giró su cabeza como si fuera un búho y me observó, sus ojos estaban rojos, él había llorado. ¿O era por culpa de la lluvia? No lo sabía, pero quería pensar que era la primera opción.

—¿Qué pasó?—Pregunté con mis ceños fruncidos en voz baja, sintiendo las gotas de lluvia en mi cabello. Observé cómo la lluvia también caía en el rostro serio de Enji.

Sabía lo que había pasado, o bueno, al menos la mitad. Pero quería que él me lo dijera, qué me diera su versión y los detalles antes de que hiciera una tontería.

—Vete a la verga—Enji soltó aquello bajo pero con mucho enojó.

—¡Dime qué pasó!—Grité molestó por su actitud.

Enji, ¿No miras qué te estoy dando la oportunidad de qué me digas tu versión? Nadie haría esto, nadie escucharía la versión de la otra persona. Solo quiero saber como sucedieron las cosas,  maldita sea.

—Pregúntaselo a Akane.

Él me miraba con molestia, pero al mencionar a Akane sus ojos reflejaron una ligera tristeza por un momento efímero.

—No puedo hacerlo, ella ahora está muy mal, por eso vine a preguntarte a ti.

Hablé firmé sin quitar mis azules de sus turquesa, sus ojos se desviaron un momento de los míos para dirigirse a mi pecho y mi estómago, hizo un gesto de desaprobación y giró su cabeza hacía otro lado para no seguir viendo. Confundido dirigí mi vista hasta ahí, encontrándome con mi pecho húmedo y uno que otros mocos, estaba desde mi pecho hasta ni vientre.