Sus ojos recorrieron mis facciones de forma pensativa a la vez que mordía su labio inferior, acción que atrajo la atención de los míos a esta zona. Este, al notarlo, sonrió y se apartó, o al menos eso intentó, ya que mis manos atraparon sus caderas con rapidez para acercarlo a mi anatomía hasta el punto de que nuestros pechos tuvieron contacto.
Su mirada volvió a escrutar mi rostro al mismo tiempo que mis manos se levantaban hasta acunar sus mejillas, las acaricié con mis pulgares a la vez que un suspiro abandonó sus labios.
La luz de la luna llena iluminaba sus facciones con sutileza y presencié a la perfección cómo sus bonitos ojos cambiaban de color a un gris brillante. Sus pupilas se dilataron y, por un instante, juré que el hombre frente a mí empezó a destilar un brillo único. Detalle que desestabilizó mi enamorado corazón y me fue imposible reprimir una sonrisa estúpida.
Era consciente de que, gracias a los cambios físicos de los seres de luz, como los seres oscuros. Los híbridos heredaban de algún modo la capacidad de mutar a través de los cambios de la luna. Los ojos de las criaturas oscuras se tornaban rojos en los eclipses y los ojos de los seres celestiales cambiaban a grises en luna llena. Cuando los instintos de ambos seres surgían al sentirse amenazados, las pupilas de estas criaturas tragaban por completo el iris, agrandándose de tamaño y haciéndolos lucir intimidantes.
—La estoy pasando bien, ¿Y tú? —respondió.
—Igual. Aunque la podríamos estar pasando mejor. —Sus cejas se levantaron y su labio inferior fue atrapado entre sus dientes mientras una sonrisa coqueta se dibujaba en su rostro.
—¿Ah, sí?, ¿Cómo? —quiso saber.
—¿Quieres saberlo? —Asintió, acerqué mi boca a su oreja y atrapé el lóbulo con mis dientes.
El hombre en mis brazos tembló y eso me hizo sonreír. Tener una influencia sobre él me hacía poderoso, más allá de nuestras naturalezas. El hecho de que, al igual que yo, se sintiera afectado por las acciones ajenas no solo me dejaba en claro que nuestro deseo por el otro era mutuo, sino también, me traía buenos recuerdos de aquellos años en los que pude pasar a su lado apreciando su humanidad.
—Tengo hambre, deberíamos ir a comer algo. Podemos comprar comida y luego tumbarnos en la cama para ver películas lo que queda de noche. —Al apartarme y notar su expresión, no pude evitar reírme al ver su rostro contraído en una mueca de decepción—. ¿Por qué esa cara? ¿Te parece mala idea?
—Me das ilusiones y me dejas con las ganas. —Parpadeé fingiendo inocencia.
—¿Con... «Ganas»? ¿A qué te refieres con exactitud? —Me dedicó un puchero.
—No te hagas el tonto, sabes perfectamente a lo que me refiero. —Me dio un suave golpe en el hombro, me miró por varios momentos apretando los labios y continuó hablando—: ¿En serio tienes hambre? Puedo acompañarte a comer algo.
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EN DISTINTA PÁGINA
FantasyJungsoo Park es un ser sobrenatural que vive entre los humanos, ocultando su verdadera identidad. Su vida cambia cuando se reencuentra con el hombre que fue su gran amor, pero que ahora tiene otra alma y otro pasado. Se trata de él, pero también de...