Jungsoo Park es un ser sobrenatural que vive entre los humanos, ocultando su verdadera identidad. Su vida cambia cuando se reencuentra con el hombre que fue su gran amor, pero que ahora tiene otra alma y otro pasado. Se trata de él, pero también de...
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En la grabación podíamos observar a dos sujetos vestidos completamente de negro, a simple vista no hacían más que hablar entre ellos, luego se perdieron de la toma por un lapso largo de tiempo en los que me limité a arrugar el entrecejo, ¿Qué se supone que había encontrado Natasha con exactitud? La miré con la ceja levantada. Ella sujetó mi mentón y me obligó a volver la mirada a la pantalla para señalar las sombras de ambos desconocidos que muy apenas se distinguían por la luz escasa que yacía en aquella calle.
Fue en tal caso que reconocí un arma siendo sujeta por uno de ellos que iba apuntada hacia la otra persona, uno de ellos se desplomó y una tercera sombra apareció en la escena a agacharse y tomar al que supuse sería la víctima. Las cámaras para ese entonces estaban presentando fallas, impidiendo que pudiéramos identificarlos de forma correcta, por lo que para ese punto ya habían desaparecido de la zona para cuando la imagen volvió a ser nítida.
—¿De dónde son esas tomas? —pregunté devolviendo unos segundos al vídeo.
—¿No lo reconoces? Es en la universidad a la que asistes. —Fruncí el ceño.
Estaba claro que necesitaba inspeccionar la zona por mi cuenta, ya que esa área todavía no la había detallado, de modo que debía asegurarme llegar más temprano de lo usual para recorrer aquellos lugares que pudieron ser parte del crimen.
—Todavía no me confío de que vayas por tu cuenta a inspeccionar esas áreas —mencionó Nath—. Te recuerdo que es a tu especie a la que están cazando, Jungsoo.
—¿Estás dudando de que no pueda defenderme sin ustedes? —me burlé, en respuesta me gané un golpe en la parte trasera de la cabeza por ella de modo que la miré mal.
—No es eso, idiota. —Hice una mueca ante su reacción—. No sabes qué clase de amenaza estás enfrentando, te encuentras solo en ese lugar. Por más preparado que creas que estás y cuantas batallas hallas ganado en el pasado, eso no te garantizará que saldrás vivo luego.
—Lo sé, entiendo tu preocupación. —Solté un pesado suspiro—. Pero es un riesgo que tengo que tomar.
—Ese es el problema contigo, Park. No. No tienes un "deber". No deberías sentir que "tienes" la responsabilidad de atraparlos. No les debes nada a ellos ni a los híbridos —Nath le interrumpió algo alterada—. Sí. Es admirable que estés tan comprometido con el asunto de la guardia, eso puedo entenderlo. Sientes esa necesidad de darte sentido a tu existir haciendo un bien común, pero siento que estás dejando de lado lo más importante: Tu seguridad.
—Sí. Tienes razón, no le debo nada a ellos —apoyé sin dejar de mirar la grabación—. Pero a mí sí. Esto es un asunto personal, Spencer. No es simplemente por sentirme un héroe, es mucho más que eso.
