Capítulo 15

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El profesor Seong me dedicó una mirada intensa en la que una tormenta de emociones cruzaron por su rostro, aun así, no dijo nada más

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El profesor Seong me dedicó una mirada intensa en la que una tormenta de emociones cruzaron por su rostro, aun así, no dijo nada más. Se apresuró en terminar la hamburguesa y solo cuando esté me indicó que ya estaba listo, bajamos del vehículo. Una vez me aseguré de dejar la alarma activada, caminamos directamente a la entrada principal del bar en la que el chico encargado de supervisarla me saludó de forma cordial al reconocerme.

Tuvimos una charla corta antes de que nos permitiera el acceso, Razel caminó detrás de mí, seguramente observando cada detalle de lo que componía el local. Lo confirmé en el instante que al mirar por encima de mi hombro para asegurarme que me estaba siguiendo. Este analizaba con sumo interés a todas direcciones sin siquiera ocultar su entusiasmo.

Baslam había cambiado desde la muerte de Yeonsuk y estos se notaba a primera vista, Hal compró los edificios vecinos y reconstruyó el local expandiéndolo. Las paredes aún continuaron siendo aquel rojo vino tinto que los caracterizaba, las mesas dejaron de ser de forma circular pequeñas a ser rectangulares con sillas modernas, había cuadros en marcos dorados en zonas estratégicas al igual que las luces de colores fueron reemplazadas con hologramas de tonos que combinaban con el espacio y las temáticas a tratar. El escenario era más amplio y los amplificadores estaban distribuidos por el ala central.

Había tres áreas de distribución de bebidas localizadas en puntos específicos en las dos plantas del edificio. En cada una de ellas, sus precios salían en las pantallas incrustadas en las paredes frontales de estas, donde el mostrador alargado que separaba a los bartenders del sitio en general. Cada uno contaba con pantallas inteligentes incorporadas en dónde se realizaban los pedidos directamente en el sistema, el pago normalmente se hacía por transferencia electrónica, aun así, también se permitía el efectivo.

El local había estado modernizándose gracias a las sugerencias de los trabajadores le hacían a Hal.

Me acerqué primero a la barra, donde al tener contacto visual con Noah, esta brincó desde el otro lado del mostrador a mis brazos en un abrazo apretado antes de agarrar mi cara entre sus manos, obligándome a mirarla a los ojos.

-¡No le creí a Hal cuando nos mencionó que habías vuelto! ¡No tienes idea de lo feliz que estoy de verte, Jungsoo! -Beso mis mejillas una y otra vez, en mi rostro se dibujó una mueca, seguramente estaba siendo marcado por su pintalabios rosado.

-Es un gusto de verte de nuevo también, Noah. -Alguien se aclaró la garganta detrás de nosotros.

La chica en mis brazos palideció en el momento que miró por encima de mi hombro.

-La puta madre que... -Cubrí sus labios con mi mano a la vez que acercaba los míos a su oreja.

-Él no lo sabe, por favor. Disimula.

EN DISTINTA PÁGINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora