ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 11: ɴᴏ ᴀᴍᴏ ᴀ ᴀʟᴇxᴀɴᴅʀᴀ

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El amanecer se filtraba a través de las cortinas, iluminando suavemente la habitación

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El amanecer se filtraba a través de las cortinas, iluminando suavemente la habitación. Charles despertó con un fuerte dolor de cabeza, síntoma del exceso de alcohol de la noche anterior. A su lado, Alexandra dormía plácidamente, aún abrazada a él. Por un momento, Charles se sintió culpable por la noche que habían compartido; sabía que no podía seguir fingiendo que todo estaba bien. Con cuidado, se levantó de la cama, intentando no despertarla.

Se dirigió al baño y se miró en el espejo. Sus ojos reflejaban la confusión y el cansancio acumulado. Abrió el grifo y dejó que el agua fría le ayudará a despejar la mente. Tenía que tomar decisiones, y tenía que hacerlo pronto.

Después de una ducha rápida, se vistió en silencio y salió de la habitación. Necesitaba aire fresco para pensar con claridad, así que decidió salir a caminar por los jardines de la mansión. El canto de los pájaros y el aroma de las flores en flor le proporcionaban un alivio momentáneo.

Mientras caminaba, su mente volvía a la conversación con Pascale y la noche anterior con Alexandra. Sabía que debía ser honesto con ella, pero el miedo a lastimarla lo paraliza. Sin embargo, también sabía que seguir viviendo una mentira sería peor para ambos.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de su teléfono. Era un mensaje de Max:

Max: "¿Cómo estás, hermano? Espero que no te hayas metido en más problemas anoche. Hablamos después, cuídate."

Charles esbozó una sonrisa. Max siempre sabía cómo sacarle una sonrisa, incluso en los momentos más difíciles. Guardó el teléfono en su bolsillo y decidió que debía enfrentar sus problemas de una vez por todas.

Volvió a la casa y se dirigió a la cocina, donde preparó café. Mientras esperaba, escuchó pasos detrás de él. Se giró y vio a Alexandra, con el rostro todavía marcado por el sueño.

—Buenos días —dijo Charles, intentando sonar casual.

—Buenos días —respondió ella, frotándose los ojos—. ¿Cómo te sientes?

—Un poco mejor —admitió—. Necesitaba despejarme.

Se sentaron a la mesa, y el silencio entre ellos era palpable. Finalmente, Charles rompió el silencio.

—Alex, necesitamos hablar.

Ella levantó la vista, sus ojos llenos de preocupación.

—Sé que anoche las cosas se salieron de control. Lo siento mucho. No debería haberme comportado así.

—Charles, no es solo por anoche —dijo Alexandra con voz suave—. Hace tiempo que noto que algo no está bien. Necesito saber qué está pasando.

Charles respiró hondo. Este era el momento. No podía seguir postergando la verdad. Y cuando estaba a punto de hablar Herve y Jules hicieron acto de presencia, y Charles comenzó a cuestionar al universo por que cada que tenia que decir o hacer algo importante era interrumpido.

Charles respiró hondo. Este era el momento. No podía seguir postergando la verdad. Justo cuando estaba a punto de hablar, Herve y Jules hicieron acto de presencia en la cocina.

—¡Buenos días! —dijo Jules, con una sonrisa despreocupada—. Olí el café desde el pasillo y no pude resistir la tentación de venir a por una taza.

—Espero que no sea un mal momento —añadió Herve, notando la tensión en la habitación.

Charles forzó una sonrisa, sintiendo una mezcla de frustración y alivio por la interrupción.

—No, claro que no. Tomen asiento, les sirvo una taza —dijo, levantándose para preparar más café.

Alexandra miró a Charles con una mezcla de comprensión y resignación. Sabía que la conversación tendría que esperar, pero también entendía que no podía forzar a Charles a hablar antes de que estuviera listo.

Mientras Charles servía el café, Jules lo observó con una mirada curiosa.

—Charles, ¿todo bien? Pareces un poco tenso —comentó Jules.

—Sí, solo una mañana un poco complicada. Nada de qué preocuparse —respondió Charles, entregándoles las tazas de café.

—Bueno, espero que el café ayude —dijo Herve, tomando un sorbo.

Charles río por lo bajo, luego Carlos entró a la cocina “Mierda, lo que faltaba”. Pensó para sí mismo.

─Buenos dias.─ Saludo mientras nos veía, posiblemente también sintiendo la tensión del momento. ─ Interrumpo algo?

─No, claro que no.─ Comentó Alex, Carlos tomó una taza de café para luego servirse, sentándose al lado de Alex como si fueran los amigos más cercanos del mundo, y en cierta parte lo creía pues Carlos y Alex han estado construyendo una amistad desde que el español llegó.

Al final Charles no pudo decirle a Alex la verdad y optó por mantener el secreto, era un cobarde y lo sabía.

Y ahora Jules y él caminaban por el jardín charlando como antes lo hacían, tal vez si hablaba con Alex en este momento no estaría sintiendo esta paz, y posiblemente su hermano estaría enojado con él por haberle mentido a Alex tanto tiempo y por ser lo que es.

─ Papá dice que irá a New York por unas cuestiones de su trabajo.─ Escupió Jules.

Bien, al menos en ese tiempo podría hablar con Alex y confesarle todo sin que su padre se entere de todo el desastre, aunque obviamente se enteraría, pero el golpe sería menos doloroso.

─ Bien, Jules…─ Dijo Charles en voz baja.

─ ¿Qué pasa? ¡¡No!! ─ Dijo Jules emocionado, y Charles no sabía lo que pasaba para que tuviera esa reacción.─ ¿Voy hacer tio?

Sinceramente Charles no esperaba esa respuesta de parte de su hermano mayor, esperaba más un “Que pasa hermano” o un “Ahora que hiciste” y quería una de esas dos respuestas.

─ ¿Qué? No, no Jules no quiero hijos, al menos por el momento.─Dijo Charles, el cual aun seguía sorprendido pero sonriendo al ver a su hermano tan emocionado e ilusionado al mismo tiempo, aunque luego se sintió mal por su mirada de “Pero yo quería sobrinos”.─ Solo quería hacerte una pregunta…

─ Dime Charles, tu sabes que cuentas conmigo para todo.

Charles se rasco la nuca, sintiéndose cada vez más nervioso, quería decirle a su hermano lo que sentía pero tenía miedo. Sintió sus ojos aguados, lágrimas amenazaban con salir pero no las dejaría. Jules se dio cuenta de esto y abrazó rápidamente a Charles.

─ ¿Qué pasa hermano?─ Preguntó Jules abrazando más a su hermano el cual ya estaba llorando en su hombro.

Charles solo lloraba, necesitaba descargar todas estas emociones, necesitaba decírselo a alguien y ese alguien era su hermano mayor.

─ No amo a Alexandra.─ Confesó al fin Charles.



                           —★—

ᴇʟ sɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ ᴄᴀᴘ ᴠᴀ sᴇʀ ᴛᴏᴅᴀ ʟᴀ ᴘᴇʀsᴘᴇᴄᴛɪᴠᴀ ᴅᴇ ᴄᴀʀʟᴏs ʏ ᴜɴᴀ ᴘᴇǫᴜᴇɴ̃ᴀ ᴄᴏɴᴠᴇʀsᴀᴄɪᴏɴ ᴇɴᴛʀᴇ ᴄʜᴀʀʟᴇs ʏ ᴄᴀʀʟᴏs, ᴀᴜɴ ᴛᴇɴɢᴏs
ᴅᴇsᴀʀᴏʟʟᴀɴᴅᴏ ᴇsᴛᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ᴀsɪ́ ǫᴜᴇ ᴅɪsᴄᴜ́ʟᴘᴇɴᴍᴇ
ɢʀᴀᴄɪᴀs ᴘᴏʀ ʟᴇᴇʀ

𝐁𝐄𝐘𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐀𝐑𝐃𝐄𝐍 - 𝐁𝐲 𝐀𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬| 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora