ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 6: ᴄᴏɴғᴜsɪᴏɴ

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Estaba confundido; la cabeza le daba vueltas, quería vomitar y bajar a abrazar a Jules, pero a la vez quería matarlo por dejar entrar a ese hombre de nuevo en sus vidas

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Estaba confundido; la cabeza le daba vueltas, quería vomitar y bajar a abrazar a Jules, pero a la vez quería matarlo por dejar entrar a ese hombre de nuevo en sus vidas. Lo había superado, lo había olvidado (o eso creía él), pero verlo de nuevo solo le hizo caer en cuenta de que nunca había olvidado al primer amor de su vida, a su primer mejor amigo, su primer todo. Lo había olvidado y lo había odiado por abandonarlo, por no responder a sus cartas y mensajes, por no haber cumplido sus promesas. Pero cuando lo vio detalladamente antes de salir corriendo como un cobarde, quería correr y abrazarlo, quería besar esos labios maduros que ahora tenía. Sus ojos color chocolate y su cabello negro eran hermosos, sus facciones estaban marcadas, su cuerpo se veía bien trabajado, tanto como el suyo.

- ¡¡Mierda!! ¿Por qué ahora, por qué cuando finalmente logré olvidarte y comenzar de nuevo, apareces como si nada? - exclamó en voz baja, sintiendo los ojos arder, la cabeza le dolía. Cerró los ojos y se tumbó en su cama, queriendo conciliar el sueño para borrar ese mal en su corazón, pero alguien tocó a la puerta. Si era Jules, juraría que tendrían un problema. Se levantó y abrió la puerta, agradeciendo que fuera su esposa y no su hermano o Carlos.

- Hey, ¿por qué saliste corriendo como si hubieras visto un fantasma? - preguntó su esposa, quien solo entró a la habitación y lo abrazó fuertemente. Sabía que su esposo no estaba bien, sus sentidos de mujer no le fallaban. - Está bien, ¿puedes explicarme? ¿Acaso ese muchacho alguna vez te hizo algo?

Preguntó ella en un susurro, para tranquilizar a su esposo, quien solo negó con la cabeza. Carlos no le había hecho nada, aparte de abandonarlo e ignorarlo por mucho tiempo. Quería llorar, pero no quería hacerlo delante de su esposa, no quería darle el presentimiento del gran dolor que le dejó Carlos. Se separó del abrazo y la miró directamente a los ojos. Maldición, debía parecer un desastre en este momento.

- Estoy bien, es solo que no quería visitas en este momento, me siento cansado - mintió. No iba a contarle por qué realmente se sentía así, mucho menos por Carlos. - Duerme conmigo...

Charles tomó a su esposa y la pegó a su cuerpo; necesitaba quitarse el estrés. Su esposa solo gimió ante el repentino tirón de Charles. No lo pensaron más, ambos se fundieron en besos, Charles tomando el control, conducido por la lujuria. Quería desquitarse, quería sentir el cuerpo de alguien más a su lado, quería estar dentro de su esposa. Charles desnudó por completo a su esposa; los besos seguían, las mordidas eran intensas, dejando marcas moradas por todos lados. Charles estaba duro y no esperaría más. Con fuerza, cargó a su esposa y la tumbó sobre la cama. Se desnudó por completo y le hizo una seña a su esposa para que le diera placer a su cuerpo.

- Chupa - dijo de forma frívola, tan serio e imponente. Su esposa acató la orden, metiendo completamente su miembro en la boca. Todo ese dolor de cabeza, náuseas y ganas de llorar se habían disipado, se habían convertido en placer. Arqueaba la espalda por el tacto de la boca caliente y la saliva mojando su miembro masculino. Tomó del cabello a su esposa y empezó a dar leves estocadas, golpeando la garganta de ella. Las lágrimas amenazaban con salir de los ojos de Alex, y Charles no pudo evitar sentirse asqueado. Quería a alguien más, y sabía que era imposible conseguirlo.

Cuando estaba a punto de correrse, se separó rápidamente de la boca de su esposa, para luego levantarla y ponerla sobre la cama nuevamente. Alineó su miembro en la entrada vaginal de su mujer y penetró rápidamente. Dio leves estocadas; ni siquiera escuchó los gemidos de dolor y placer de su esposa. En su mente, los gemidos eran de alguien más; las estocadas a su mujer eran más rápidas y fuertes. Sintió una electricidad por su cuerpo y sintió su espalda arquearse de placer. Salió antes de venirse dentro de su esposa y entre jadeos y cuerpos sudorosos, ambos se tumbaron en la enorme cama. No había palabras; el silencio reinó en la habitación. La frustración y la ira se habían disipado en el corazón del monegasco. Se levantó levemente de la cama y se dirigió al baño que había en su habitación; necesitaba tomar una ducha y quitarse el sudor y el semen que había sobre su cuerpo.

Cuando salió de la ducha, su esposa todavía seguía dormida, lo cual le parecía perfecto. Escuchó voces en el pasillo, y vaya mierda, sus padres ya habían llegado y seguro que estarían hablando con Carlos de lo mucho que lo extrañaron y lo bien que lucía ahora.

Salió de la habitación y bajó rápidamente por las escaleras, ni siquiera sabía por qué lo hacía, sabiendo que se encontraría con Carlos. Tal vez quería hacerlo, tal vez quería verlo e intimidarlo. Cuando vio a todos sentados en la sala charlando alegremente, hizo notar su presencia, a lo cual su madre solo lo recibió con un beso en la mejilla y le dijo la sorpresa que claramente ya sabía.

- Oh, Charles, ni te imaginas quién acaba de llegar - dijo su madre, mientras lo acercaba a Carlos. Era ahora cuando se sentía arrepentido de haber bajado y tratado de intimidar, cuando ahora él era el intimidado. Quedaron frente a frente en un nuevo choque de miradas. La tensión en el aire era palpable, como la presión de un agujero negro. Charles rompió la tensión con sus frías palabras.

- Ya le dije a Jules que no conozco a este hombre - dijo el monegasco, sorprendiendo a sus padres, quienes nunca lo habían visto tan a la defensiva. Pero eso le dio a Carlos la oportunidad de saber que Charles sí lo recordaba; solo estaba molesto con él, y descubriría por qué.

- Charles, tranquilízate. Mamá no ha dicho nada malo - intercedió Jules, intentando calmar a su hermano menor. Carlos no quería ser una molestia; luego encontraría la forma de acercarse a Charles para poder hablar con él.

- Está bien, me tengo que ir. Iré a conseguir un hotel para esta noche. En serio, me alegra verlos, incluso si algunos están molestos conmigo - dijo Carlos como una indirecta hacia el menor, la cual fue claramente captada, pues el monegasco solo giró la cabeza para no verlo. Estaba a punto de retirarse, pero fue detenido por los señores Leclerc y Jules.

- Quédate aquí, hay varias habitaciones vacías. Puedes ocupar una de ellas - ofrecieron los mayores. Carlos solo miró directamente a Charles, quien no parecía tan a gusto con la idea.

- No quiero causarles molestias - dijo Carlos, aunque en su mirada se notaba la esperanza de ser aceptado.

- Claro que no, Carlos. Eres como de la familia - afirmó Jules, acercándose a él y pasando su brazo por su hombro. - ¿No es así, familia?

Claramente, las intenciones de Jules eran desenmascarar a su hermano menor, quien solo agachó los hombros dando a entender que no le importaba, para luego retirarse e ir a su habitación. Después de un rato de estar platicando con la familia Leclerc, llegó la hora de cenar. Mentiría si dijera que no fue incómodo, pero la verdad es que fue demasiado incómodo. Se había enterado por parte de los señores Leclerc de que la mujer al lado de Charles era su esposa, lo cual fue como un balde de agua helada cayendo repentinamente sobre él. No le quedó más que felicitar a la pareja y felicitar a Charles por todos sus logros, a lo cual este respondió con un "Gracias" de la manera más fría posible.

Jules había pedido a algunas trabajadoras que prepararan una habitación para el español, las cuales acataron la petición. La habitación era enorme, los muebles eran refinados; había una pequeña sala en su habitación y un baño propio. Lo que Charles había logrado era realmente increíble, y se sentía orgulloso por eso. Listo para ir a dormir, se debatió mentalmente si debería dormir con pijama o de la manera que a él más le gustaba, que era dormir básicamente sin nada. Eligió la primera opción; no quería que alguien entrara y lo viera desnudo, y sin más, se quedó en los brazos de Morfeo.

Pero no durmió de la manera más tranquila, se quedó pensando en que había echo para que Charles lo odiara de esa manera, por que lo ignoraba? Porque fingía no recordarlo?

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Cambien la portada a una más, no lo se más estetica? Me gusta más la nueva portada, por cierto Charles aquí será el activo, loco no? Leo muchos fics y en ninguno el es activo como sea los dejó y Gracias por leer ❤

𝐁𝐄𝐘𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐀𝐑𝐃𝐄𝐍 - 𝐁𝐲 𝐀𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬| 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora