ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 2: sɪᴇᴍᴘʀᴇ ᴊᴜɴᴛᴏs

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La semana siguiente a la pijamada, Carlos y Charles regresaron a la escuela con energías renovadas y la emoción de compartir sus aventuras con sus compañeros

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La semana siguiente a la pijamada, Carlos y Charles regresaron a la escuela con energías renovadas y la emoción de compartir sus aventuras con sus compañeros. Sin embargo, algo había cambiado sutilmente en la dinámica de su amistad.

Un nuevo estudiante, Lando Norris, se unió a su clase. Charles se mostró amigable con Lando desde el principio, compartiendo risas y conversaciones. Aunque Carlos intentó unirse al grupo, notó que Charles y Lando tenían una conexión especial que lo dejaba un poco desplazado.

Una tarde, después de clases, Carlos y Charles caminaban juntos hacia el parque como solían hacerlo.

—Charles, me he dado cuenta de que has estado pasando mucho tiempo con Lando—comentó Carlos, intentando ocultar su incomodidad.

Charles asintió con una sonrisa.

—Sí, Lando es un chico genial. Nos llevamos muy bien.

Carlos sintió un nudo en el estómago.

—¿Y qué pasa con nuestra amistad? —preguntó, luchando por no sonar herido.

Charles detuvo su paso y miró a Carlos con comprensión.

— Carlos, tú siempre serás mi mejor amigo, sin importar cuántas amistades nuevas haga. Lando es alguien especial, pero tú lo más para mí. No quiero que te sientas mal, siempre que amaré más a ti.

Las palabras de Charles calaron hondo en Carlos, quien se dio cuenta de que sus celos eran infundados.

— Lo siento, Charles. No quiero arruinar nuestra amistad por tonterías. Entiendo que puedas tener otros amigos y eso está bien. Sigamos siendo los mejores amigos, y también te amo Charlie —dijo Carlos sinceramente, el amor que estos dos se daban no era de una forma romántica, si no la más pura y bella forma del amor, de dos niños con la inocencia de un Ángel.

Charles sonrió y le dio un abrazo a Carlos.

— Claro que sí, siempre juntos, pase lo que pase.

Así, con una conversación sincera y un entendimiento mutuo, ambos regresaron tomados de la mano a casa, entrando a la casa de Carlos quien saludo a su madre y Charles como el niño educado que es saludo de igual forma, la Señora Reyes no se le hacía raro que su hijo estuviera tomado de la mano con el pequeño Charles, pues sabia que estos demostraban su afecto con afectó físico, esa tarde se la pasaron jugando videojuegos y hablando sobre lo que para el día de mañana, planteandose ir al parque donde se conocieron.

𝐁𝐄𝐘𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐀𝐑𝐃𝐄𝐍 - 𝐁𝐲 𝐀𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬| 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora