ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 22: ᴅᴇᴀᴛʜ

109 10 3
                                    



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La habitación se sumió en un silencio sepulcral tras la impactante revelación de Alexandra. Charles se quedó boquiabierto, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar. Carlos, por su parte, sentía como si el suelo se desmoronara bajo sus pies.

—E-¿Embarazada? —tartamudeó Charles, su voz apenas un susurro.

Alexandra ascendió, su expresión inquebrantable mientras mantenía la mirada fija en Charles. Carlos se llevó una mano a la boca, tratando de ocultar su propia conmoción.

—Sí, Charles —dijo Alexandra con un tono firme—. Estoy embarazada. Y tú eres el padre.

La mente de Charles estaba en caos. Sentía una mezcla de culpa, miedo y responsabilidad. Su amor por Carlos siempre había sido claro para él, pero ahora se enfrentaba a una realidad que no había previsto.

—Alex... —empezó a decir Charles, su voz temblorosa—. No sé qué decir...

—No tienes que decir nada —lo interrumpió Alexandra—. Solo quería que lo supieras. No espero nada de ti, pero pensé que merecías saberlo —mintió.

Carlos miró a Charles, notando la angustia en sus ojos. Sabía que esta noticia cambiaría todo. Pero también sabía que no podía dejar que esto destruyera lo que tenían.

—Charles, lo superaremos —dijo Carlos, su voz llena de determinación—. Pase lo que pase, estoy aquí para ti. No te dejaré solo en esto.

Charles avanza lentamente, tomando la mano de Carlos con fuerza. Miró a Alexandra, intentando encontrar las palabras adecuadas.

—Alex... —empezó de nuevo—. No sé cómo manejar esto. Pero quiero ser parte de la vida de nuestro hijo. Quiero hacer lo correcto.

Alexandra lo observó en silencio por un momento antes de asentir, ocultando una sonrisa de satisfacción.

—Eso es todo lo que esperaba escuchar —dijo finalmente—. Sé que esto no es fácil para ninguno de nosotros. Pero tenemos que pensar en el bebé. Tenemos que ser adultos y manejar esto de la mejor manera posible. Y qué mejor manera que estar juntos.

Ambos quedaron anonadados. Carlos sintió el sudor frío recorrer su frente; no quería verse afectado por las palabras de Alex.

—Entonces, ¿qué hacemos ahora? —preguntó Carlos, mirando a Charles y Alexandra.

Charles se volvió hacia Alexandra, con una nueva determinación en sus ojos.

—No, Alex, lo nuestro no funcionará de esa manera. Es cierto que me arrepiento de haberte engañado, pero no planeo regresar a lo que éramos antes. Alex, yo no te amo —dijo Charles, sin pensar en las consecuencias de sus palabras.

—Entonces olvídate de tu hijo —dijo Alex con un tono frío, concluyendo con la charla—. Estás muerto para él.

Alex trató de salir de la oficina, pero sintió una presión en su muñeca derecha. Giró para ver al responsable de esa pequeña molestia en su muñeca. Charles sujetaba firmemente su brazo.

—No puedes quitarme ese derecho —dijo él, y Alex se zafó de su agarre.

—Ya te advertí, Leclerc. O es ese maricón o tu hijo —dijo, señalando a Carlos, quien la miró con molestia—. Tú sabrás qué hacer.

Alex salió de la oficina, dando un fuerte portazo. Estaba cerca de que Charles cayera, pero necesitaba que él volviera para poder quedar embarazada realmente y atarlo a ella.

-¡Maldita sea! —Charles arrojó todo lo que había sobre su escritorio.

Carlos abrazó a Charles, demostrando que tenía todo su apoyo. Charles devolvió el abrazo, llorando en su hombro. Se sintió perdido, se sintió muerto.

—Charles, no puedes dejar que te manipule de esta manera —dijo Carlos suavemente, acariciando el cabello de Charles—. Sabe que ella está jugando sucio. Necesitamos encontrar una solución.

Charles levantó la mirada, con los ojos enrojecidos.

—No quiero perder a mi hijo, Carlos. No sé qué hacer. No puedo abandonarlo, pero tampoco quiero perderte a ti.

Carlos suspiró y besó la frente de Charles.

—No vas a perderme, Charles. Estoy aquí y siempre lo estaré. Vamos a luchar contra esto juntos. Tal vez necesitemos un abogado, alguien que pueda aconsejarnos sobre nuestros derechos.

Charles ascendió, sintiendo una pequeña chispa de esperanza.

─Tienes razón. No puedo dejar que Alex dicte las reglas. Vamos a buscar ayuda. Vamos a hacer esto bien.

Carlos sonrió y lo abrazó con más fuerza.

─Eso es. No estás solo en esto. Vamos a enfrentarlo juntos.

Charles respiró hondo, sintiendo un renovado sentido de determinación. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero con Carlos a su lado, creía que podía superar cualquier obstáculo.

 Sabía que el camino por delante sería difícil, pero con Carlos a su lado, creía que podía superar cualquier obstáculo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CHARLES GANÓ AYER, ESTOY TAN FELIZ POR EL, Y VER A CARLOS Y CHARLES EBRIOS, ME DAN MIL SONRISAS ❤🏆

𝐁𝐄𝐘𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐀𝐑𝐃𝐄𝐍 - 𝐁𝐲 𝐀𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬| 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora