ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 7: ʜᴀʙʟᴇᴍᴏs

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La mañana siguiente llegó con una extraña sensación en el aire, como si el pasado se hubiera entrelazado con el presente

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La mañana siguiente llegó con una extraña sensación en el aire, como si el pasado se hubiera entrelazado con el presente. Charles se despertó con el sol filtrándose a través de las cortinas, recordando las tumultuosas emociones de la noche anterior. Se sintió atrapado entre el deseo de confrontar a Carlos y el impulso de alejarse de él.

Bajó a desayunar en silencio, evitando la mirada de su familia. Carlos estaba en la mesa, y aunque trató de ignorarlo, era difícil ignorar la presencia de alguien con quien alguna vez fue tan cercano. Los murmullos y las risas de los demás llenaron la habitación, pero a Charles todo le sonaba distante.

Después del desayuno decidió dar un paseo por los jardines. Necesitaba tiempo a solas para ordenar sus pensamientos. Mientras caminaba entre flores y árboles, una voz familiar lo interrumpió.

—Charles...—Llamó una voz detrás de él, sabía de quién era y no quería enfrentarlo ahora

Era Carlos, mirándolo con una mezcla de incertidumbre y anhelo. Charles se detuvo y finalmente se enfrentó al hombre que había causado tanto revuelo en su vida. Las palabras se atascaron en su garganta, pero finalmente logró hablar.

—¿Qué quieres, Carlos?—Dijo con un tono de voz fría, quizás delante de él no fingiría no conocerlo pero lo haría delante de toda su familia. La pregunta sonó más dura de lo que pretendía, pero era la única manera de protegerse.

—Quiero hablar contigo, Charles. Aclarar las cosas.—Dijo el mayor, ¿Debería hablar con él? ¿Arreglar el pasado? Si tan solo fuera fácil, pero su orgullo no lo dejaría, no quería ser ese pequeño niño débil de nuevo y depender siempre de alguien. Las palabras de Charles fueron sinceras, pero Charles no estaba seguro de poder enfrentar la verdad que podrían revelar.

—Ya no hay nada de qué hablar. El pasado es el pasado.—Carlos asintió ante lo dicho, pero su mirada mostraba determinación.

—Lo entiendo, pero quiero que sepas que lo siento. Lamento haberte lastimado, haberte alejado. —Dijo el español quien no apartaba la mirada del menor, y el menor tampoco de él. Charles lo miró, sintiendo la tormenta de emociones revoloteando dentro de él. La idea del perdón era tentadora, pero también aterradora.

—Pude olvidar lo que pasó, Carlos. Es mejor que tú también hagas lo mismo, mierda no somos unos putos niños. Se acabó la amistad y el amor Carlos, Podemos volver a ser amigos pero no como lo era antes.—Dijo el megasco, Carlos no entendía el por qué no, por que no ser amigos como antes, por que no ser lo que eran antes? A que le tenía miedo Charles.

Pero Carlos asintió comprensivamente, aceptando las palabras de Charles. Poco a poco se acostumbrarian a la presencia del otro

—Entiendo. Pero quiero que sepas que siempre estaré aquí si algún día decides perdonarme. Si algún día, podemos llegar a ser lo de antes.—Con esas palabras, Carlos se dio vuelta y se alejó. Charles se quedó allí, observando alejarse al hombre que una vez fue su mejor amigo. Las lágrimas amenazaban con caer, pero él se mantuvo firme, no volvería a caer en esa trampa de sentimientos de nuevo, si bien Carlos no tenía la culpa de lo que a él le pasó, pero tenía algo de responsabilidad al no pensar en los sentimientos que este tenía en el pasado. La vida seguía y Charles sabía que tenía que seguir adelante, incluso si el pasado seguía siendo una sombra en su corazón.

En el desayuno todo transcurrió de una manera malditamente incómoda. Carlos lo miraba y él a Carlos, su esposa dejaba leves besos en su boca, los cuales eran correspondidos y gozaba de esa mirada que Carlos ponía cuando este correspondía a una persona que no fuera él. Ante el silencio que fue cortado por las palabras de Jules al dar la pequeña noticia de que irían a un pequeño viaje familiar para que Carlos conociera el nuevo Mónaco, ya que había cambiado lo suficiente para que el español olvidara todo por completo.

Esa tarde fue tortuosa, especialmente para Carlos quien tenía que ver como Alex besaba cada que podía a Charles, quería ser esa mujer quería besar los labios de Charles, pero le dolía más la indiferencia que Charles tenía con el español. La tarde transcurrió entre besos de Charles y Alex , Carlos queriendo vomitar cada que los veía, Jules maldiciendo este terrible día y sus padres preguntando a Carlos si se sentía bien cada cinco segundos. Regresaron a casa y Carlos pidió perdón por arruinar la salida de la familia a lo cual estos solo respondieron con un "No te preocupes Carlos". Subió las escaleras hacia su habitación, necesitaba descansar y tomar una ducha, realmente la necesitaba. Cuando estaba por llegar a su habitación se topó con Charles el cual al parecer estaba a punto de tocar la puerta de su habitación, para buscarlo a él?

—Necesitas algo?—Preguntó el español.

Charles ni siquiera sabe qué hace aquí, solo fue un impulso de venir y ya. Pero estaba ahí

pagando las consecuencias de ese impulso y sin saber qué decir, sentía el calor subir por su cuello, no dejaría que los vieran así mucho menos Carlos, no quería ser vulnerable de nuevo.

—Solo, solo quería decirte que la cena estará lista en un momento.— Dijo para luego girar para retirarse. Sintió como Carlos lo tomó del brazo atrayéndolo hacia él.

—Charles...—Dijo con un tono de voz baja.- Por favor hablemos.

—No, enserio Carlos olvídalo, olvida todo esto.—Dijo el menor, soltándose del agarre del español, no tenía el ánimo de iniciar otra discusión entre ellos, pero aun asi se quedo, se quedo ahí parado viendo directo a los ojos del mayor, y Carlos a el, era una batalla de miradas y ninguno tenía pensado retroceder, estaban tan metidos en sus pensamientos que no se dieron cuenta que estaban tan cerca, podía sentir la respiración uno del otro, iba a hacerlo, iban a hacerlo. Estaban a punto de besarse y no quería su mente no quería, pero su corazón lo obligaba a seguir hasta que escucharon una voz los saco de sus pensamientos, era Alex. Los dos se separaron bruscamente.

—Charles, Carlos, la cena ya está servida.—Dijo Alexandra quien no llegó a ver el acercamiento que estos dos tuvieron.

𝐁𝐄𝐘𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐀𝐑𝐃𝐄𝐍 - 𝐁𝐲 𝐀𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬| 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora