ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 39: ʟᴏsᴇʀ ᴅᴏɢ

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Las semanas habían pasado, después del pequeño musical de Charles pasaron en un abrir y cerrar de ojos sus emociones y decisiones, sus ideas eran más claras ahora, tenía claro que es lo que realmente quería y se arrepentia. La claridad con la que había cantado aquella noche, la honestidad de sus sentimientos revelados había sido solo el primer paso en un camino hacia la recuperación del amor de su vida. Cada día desde entonces, Charles había luchado con sus propias dudas y temores, pero también había encontrado una fuerza nueva y sorprendente en su amor por Carlos.

Finalmente, llegó el día en que Charles decidió que no podía esperar más. Tenía que hablar con sus padres. La mansión de la familia Leclerc se alzaba majestuosa en medio del jardín perfectamente cuidado, una imagen de estabilidad y tradición. Sin embargo, Charles sabía que lo que estaba a punto de hacer sacudiría los cimientos de esa estabilidad.

Esa mañana, Charles se levantó temprano, sintiendo un nudo de nervios en el estómago. Se preparó lentamente, escogiendo con cuidado sus palabras mientras se vestía y preparaba a Leo para llevarlo consigo. Sabía que sería una conversación difícil, especialmente con su padre, Hervé. Pero estaba decidido. La felicidad de Leo y la suya dependían de ello.

Cuando llegó a la mansión, encontró a su madre, Pascale, en la cocina, como de costumbre, preparando el desayuno. Al verlo, Pascale le sonrió cálidamente, aunque su sonrisa se desvaneció un poco al notar la seriedad en el rostro de su hijo. Tomó a Leo en sus brazos para sentarlo en su mesa para bebes sirviendo su postre favorito, esa cara que su hijo tenía significaba una charla seria.

—Charles, ¿cómo estás, cariño? —preguntó, acercándose para darle un abrazo.

—He estado mejor, mamá, —respondió Charles, devolviendo el abrazo con fuerza—. Necesito hablar contigo. Es importante.

Pascale lo miró con preocupación, notando la seriedad en los ojos de su hijo.

—Por supuesto, querido. Vamos a la sala y hablamos con calma, —dijo, guiándome hacia el sofá.

Una vez sentados, Charles tomó una profunda respiración y comenzó.

—Mamá, he estado pensando mucho en mi vida, en mis decisiones... y en Carlos, —empezó, sintiendo cómo las palabras se agolpaban en su garganta, cuando hace apenas unas semanas no quería saber de él, cuando hace apenas 4 anos le echaba la culpa de la muerte de su hermano—. Me he dado cuenta de que él es esencial para mi felicidad. No puedo seguir fingiendo que todo está bien con Alex. No puedo seguir viviendo una mentira, no lo quiero…

Pascale lo miró con una mezcla de tristeza y alivio. Sabía lo difícil que era para Charles, cargar con esos sentimientos, de amar a una persona pero estar con alguien que no amas solo por compromiso, debe ser horrible.

—Charles, siempre he querido lo mejor para ti, —dijo Pascale, tomando sus manos entre las suyas—. He visto cómo has luchado y he visto el amor que tienes por Carlos. Si él es quien te hace feliz, entonces debes seguir tu corazón. Alex encontrará su camino, y tú mereces ser feliz, tú y Leo lo merecen.

𝐁𝐄𝐘𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐀𝐑𝐃𝐄𝐍 - 𝐁𝐲 𝐀𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬| 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora