ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 43: ɪ ᴡɪsʜ ɪᴛ ᴡᴇʀᴇ ʏᴏᴜ

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Charles observaba desde el sofá cómo Leo jugaba con el pequeño gato que Checo había traído al departamento. El gato, de pelaje café y ojos brillantes, parecía tener una conexión especial con Leo. Se movía alrededor de él con gracia y ternura, como si supiera que era un niño pequeño y frágil.

Leo reía con cada movimiento del gato, sus ojos llenos de asombro y alegría. Parecía completamente absorto en el juego, olvidando por un momento la tensión que rodeaba la situación con Alexandra.

Charles observaba esta escena con una mezcla de emociones. Por un lado, estaba feliz de ver a su hijo riendo y divirtiéndose. Por otro lado, sentía un nudo en la garganta al recordar a Jules. El comportamiento inusual del gato solo intensificaba esos sentimientos.

El gato no solo jugaba con Leo de manera amigable, sino que también mostraba una conexión especial con Charles. Se acercaba a él de vez en cuando, frotándose contra sus piernas o dejándose acariciar con suavidad. Charles notaba algo familiar en la forma en que el gato lo miraba, como si tuviera la sabiduría de los antiguos. 

Checo se acercó al sofá y se sentó junto a Charles, observando también la escena con una sonrisa.

—¿Ves cómo se lleva bien con Leo? —comentó Checo, señalando al gato—. Es bastante inusual, ¿no crees?

Charles asintió, sintiendo la emoción mezclada con nostalgia.

—Sí, es extraño pero hermoso, —respondió Charles, observando cómo el gato jugaba con una bolita de estambre que Leo le ofrecía—. Me recuerda a alguien.

Checo asintió, entendiendo el significado detrás de las palabras de Charles.

—Jules, ¿verdad? —preguntó Checo suavemente.

Charles asintió de nuevo, sintiendo cómo la emoción se acumulaba en su pecho.

—Sí, siento como si él estuviera aquí de alguna manera, —dijo Charles, sus ojos en el gato que ahora se acurrucaba en el regazo de Leo—. Como si estuviera cuidando de nosotros.

Checo puso una mano reconfortante en el hombro de Charles.

—A veces el amor trasciende las barreras de la vida, —dijo Checo con voz suave—. Tal vez Jules encontró una manera de regresar y estar cerca de ti, conocer a Leo de una forma u otra…

Charles contempló estas palabras, dejando que la idea se asentara en su corazón. Observó cómo el gato se acomodaba en el regazo de Leo, ronroneando suavemente mientras el niño lo acariciaba con cuidado. Era como si Jules estuviera ahí, en el suave ronroneo del gato y en la risa burbujeante de Leo.

𝐁𝐄𝐘𝐎𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐀𝐑𝐃𝐄𝐍 - 𝐁𝐲 𝐀𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬| 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora