Carlos y Checo regresaron al departamento después de la fiesta. El ambiente en el coche estuvo cargado de un silencio tenso, interrumpido sólo por los suspiros profundos de Carlos y las miradas preocupadas de Checo.
-¿Quieres hablar de ello? -preguntó Checo finalmente, estacionando el coche frente al edificio.
Carlos negó con la cabeza, saliendo del coche sin decir una palabra. Subieron al departamento y, una vez adentro, Carlos se dirigió directamente a la cocina, sacando una botella de tequila del armario.
-Carlos, tal vez no sea buena idea... -comenzó Checo, pero Carlos ya había destapado la botella y se había servido un vaso lleno.
-Necesito esto, Checo. Solo esta noche. -dijo Carlos antes de dar un largo trago. Quemaba su propia garganta y lo hacía sentir tan bien.
Checo suspiró, sabiendo que no había mucho que pudiera hacer para detenerlo. Se sentó en el sofá, observando a su amigo mientras bebía en silencio. La cabeza de Carlos daba vueltas, y el alcohol no hacía más que intensificar sus sentimientos. Cada trago parecía llevarlo más profundo en su dolor y desesperación.
-¿Sabes lo peor? -dijo Carlos, su voz quebrada y de sus ojos salían pequeñas lágrimas brillantes-. Sé que aún me ama, pero no podemos estar juntos. Su responsabilidad como padre y esposo lo mantiene alejado de mí.
Checo se levantó y se acercó a Carlos, apoyando una mano en su hombro.
-Carlos, necesitas dejar de castigarte. No puedes cambiar el pasado, pero puedes encontrar la manera de seguir adelante.
Carlos se rió amargamente, tomando otro trago.
-¿Seguir adelante? No puedo, Checo. Todo me recuerda a él. Todo.
Los recuerdos de la fiesta pasaban por su mente como un torbellino. El beso en el balcón, la mirada de dolor y esperanza en los ojos de Charles. La culpa que sentía por la muerte de Jules, por ser la razón por la cual Leo jamás conocería a su verdadero padre.
-Quiero que me mire, Checo. Que me vea como antes, con amor y sin dolor. -susurró Carlos, su voz temblando. -Que mire a mi dirección...
Checo suspiró, apretando ligeramente el hombro de su amigo.
-Te ve, Carlos. Incluso hoy, lo vi mirarte de esa manera. Pero hay muchas cosas que los separan ahora. Necesitas darte tiempo a ti mismo y a él también.
Carlos dejó caer la cabeza entre sus manos, las lágrimas comenzaron a brotar.
-Lo sé. Pero duele tanto. No sé cómo seguir sin él.
Checo lo abrazó, dándole el apoyo silencioso que necesitaba. La noche continuó con Carlos bebiendo hasta que el alcohol finalmente lo venció. Se derrumbó en el sofá, su mente nublada y su corazón pesado.
Checo lo cubrió con una manta, apagando las luces antes de retirarse a su habitación. Sabía que el camino hacia la sanación sería largo y difícil para Carlos, pero estaba decidido a estar a su lado en cada paso.
Mientras Carlos caía en un sueño inquieto, su mente seguía repitiendo una y otra vez la misma frase: "Solo mírame, mírame y quédate".
El sueño lo reclamó como suyo ahora, sintiendo que caía en un profundo sueño del que jamás querría despertar.
Por Favor, solo mírame...y quédate a mi lado.
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Como estan? No sienten el final casi cerca? Yo tampoco, este es el capitulo mas corto pero es mi preferido espero ustedes tambien lo amen ❤️
