Abuelo

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El pelirrojo estaba bastante extrañado por la actitud de su amigo.

Es decir, el imponente Min Yoongi con delantal, limpiando su despacho ya era cosa seria pero aparte sumarle que escuchó como este le contestaba al cisne de manera tan amorosa era una cosa de locos.

Al león lo habían domado.

Pero no estaba ahí para analizar el extraño comportamiento de su pálido amigo.

Tenía que si o si decirle que Jeon había convocado a una reunión.

—enserio Min pensé que después de lo que tú sabes ya no tendríamos de esas estúpidas reuniones, algo no está bien.

—lo sé Hoseok pero— el pálido estaba de rodillas tallando la mancha del té derramado sobre la alfombra— debemos de ir, si no nos estaríamos delantando, así que por tu bien y el de todos nostros espero y te controles.

Taehyung que estaba detrás de su ahora novio veía al joven Min y algo había cambiado en el.

Ya no tenía esa mirada fría, calculadora e intimidante de antes, no ahí ya no había nada de eso, había amor y calidez.

Pronto el sonido de unos pasos acercándose lo alertaron y volteó a ver al rubio que lo miró un poco resentido pero le fue más importante llegar a lado de su hombre que sabrá dios con que estaba tallando la alfombra.

Y apenas se iba a arrodillar para ayudarlo cuando el mismo hombre lo detuvo.

—no cariño, yo lo hago, no quiero que se vayan a lastimar.

Para la pareja que estaba ahí ver cómo el rubio llevaba sus manos a su vientre les confirmó que no habían escuchado mal.

El joven de labios en forma de corazón entendió porque la urgencia de su amigo por llevar a acabo su plan. Min Yoongi esperaba a su primogénito.

Por otro lado Taehyung inconscientemente llevó sus manos a su vientre, el esperaba algún día también llevar en sus entrañas el fruto del amor que le tenía a su pareja.

Jimin por el contrario se sonrojó hasta las orejas cuando Yoongi le dio un tierno beso en su frente. No entendía como le había avergonzado ese beso enfrente del joven Jung y de Taehyung si apenas unas horas antes había tenido sexo enfrente de la empalagosa mujer quien había sido la prometida de su hombre.

—no te preocupes Jung, hay que ir a la reunión y ver lo que quiere Jeon, vamos a estar bien, creo saber que es lo que quiere.

—Yoongi es que no te he terminado de decir, ahora es domo maestro y está exigiendo que todos los sumisos se tendrán que someter ante el; en especial el cisne.

—no me sorprende eso tengo que pensar en algo, no voy a dejar que ese maldito toque a mis bebés.

—Yoon, creo que ya se que podría detenerlo pero no te va a gustar.

El pálido había volteado a ver a su prometido, algo en la dulce voz de su bebé le decía que lo más probable es que terminaría molesto.

—sea lo que sea que estes involucrado tu, está fuera de discusión.

Bien el pelirrojo estaba más que feliz por la nueva faceta que estaba viendo en su amigo.

Cuando niños siempre vio como a su flacucho y pálido amigo se le exigía cumplir con obligaciones, comportamientos y lineamientos. En cierta manera Yoongi no era feliz y eso se le notaba en su manera de hablar, caminar y hasta en su respirar pero ahora estaba ahí con el chiquillo rubio; sonriente, feliz, con un brillo en su mirada que jamás lo había visto y se sintió aliviado de que por fin su amigo conociera algo de felicidad en su triste mundo.

Señor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora