Maldito dólar - Maxley [CONCLUIDA]

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| Bradley.

— Debo admitir que me cuesta trabajo creer que de verdad no eres Max... te ves tan... Max —Suspiré.

—Eso es porque lo único que cambio fue nuestra alma, tonto pelado —Dije bastante irritado.

No podía pasar ni un minuto más aquí, aunque podría tratar de sacar provecho de la situación, prefiero mi salud mental.

— No lo sé... di algo que solo Max sabría —Habló PJ hacía donde estaba yo, o bueno, Max en mi cuerpo.

¿Saben lo horrible que es esto?, no quiero imaginar cuando deba tomar una ducha, que horroroso.

— Bueno... sé que en secundaria saliste con Stacey —Apuntó a Bobby.

¿Se conocen desde secundaria?, bueno, era de esperarse. Debería darme igual.

— No me sirve, eso es muy o-o-bvio.

— Pero Bradley no iba con nosotros en secundaria. —Dijo, tenía sentido, sin embargo, sus dos amigos le miraron sin inmutarse dando a entender que no les importaba.

— ¡Bien!, en vacaciones de verano te escapaste con la pandilla de malotes de la secundaria para ir a fu- —Bobby a una velocidad extrema corrió a taparle la boca nervioso.

— Bueno... con eso tengo ami-i-go, te creo. —Se alejó lento de Max.

— ¿Se fue a qué? -Preguntó PJ, la verdad yo también sentía algo de curiosidad.

— Ah, supongo que nada importante, realmente no recuerdo bien.

Traigan un premio, Max es el mejor mentiroso del mundo.

Que se note mi sarcasmo.

Evidentemente era mentira, pero PJ se trago su cuento. Sólo Suspiré.

— ¡Bueno, ya!, ¿podemos solucionar esto?, no creo aguantar un día más en este cuerpo que huele mal.

— Bueno... por ahora me temo que tendrán que fingir ser el otro. —Habló Bobby.

— ¡¿Qué?! -Gritamos al mismo tiempo. — ¡No sé cómo fungir ser un idiota y creído! -Habló Max, yo lo miré mal.

— Y yo no sé como fingir ser un holgazán. —Me crucé de brazos recibiendo una mirada molesta del azabache.

— Bueno, bueno... a menos que quieran reprobar, entonces quédense aquí, juntos, solos, aguantando su presencia. —Maldito PJ.

— ¡Bien, esta bien! —Grité molesto, tendría que hacerlo, pero Max no se veía muy convencido.

Me dirigí a los pies de la litera donde había montones de ropa tirada, levante la chaqueta café que un día le vi a Max y me la coloqué. Me dirigí al espejo y me medio acomodé el pelo.

— ¿En serio lo harás? —Preguntó Max con sorpresa, yo igual me sorprendí, era la primera vez que se dirigía a mi sin ser grosero.

Que tonto.

— Si, y más te vale que también tú, Freshman, no pienso reprobar. —Lo jale fuera de la habitación conmigo y sus amigos detrás de nosotros, quienes solo observaban.

— ¿Qué?, ¡No! —Se safó brusco antes de salir. — No quiero fingir ser tú, antes preferiría lamer un rayador de queso.

Lo miré indignado, que exagerado, ya ni yo.

—¡Hey!, ser tú tampoco es lo más genial —Lo empuje con mi dedo, este se molestó más. — Y ahora, mejor coopera y no lo hagas más difícil.

Lo jale otra vez del brazo saliendo ahora, escuché a sus amigos cerrar la puerta e ir detrás de nosotros.