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Max se encontraba con Brad en su fraternidad, el castaño le había pedido ayuda con algunas cosas de la escuela, cosa que verdaderamente sorprendió al azabache, pero no lo cuestiono.

Casi parecía Max con su irresponsabilidad. Biología jamás fue su fuerte, después de todo.

— Es que no entiendo, Novato. Esto es patético, tú estás más idiota que yo, estoy perdido. —Dijo con un toque de preocupación en su voz.

— Tampoco exageres, soy demasiado inteligente, para tu información. —Respondió con orgullo.

— ¿Si?, pues realmente no lo parece, galán.

— Claro que si, puedo ser suficientemente inteligente. —Se acercó al rostro contrario con tono molesto, Max odiaba que lo subestimaran.

— ¿Si?, pruebalo. —Bradley lo miró de la misma manera y sonriente señaló las libretas apiladas que estaban a su costado.

— No necesito demostrarte nada, Brad. —Dijo separándose leve, el castaño rodó los ojos por la abreviación a su nombre, pues aunque el otro sabía que no le gustaba seguía llamándole de esa manera.

— Esta bien, entiendo. Tienes miedo. —Dijo indiferente, tomando nuevamente sus libretas y leyendo una vez más. 

— ¡Yo no- —Respiró hondo y fuerte. — Bien, dame eso. —Le arrebató la libreta y el contrario sonrió con satisfacción al ver que logró su cometido.

— Bueno, ya que insistes. —Brad fue por palomitas a la cocina, la casa estaba totalmente sola entonces daba igual si salía siendo Max.

Al llegar se tiró a un lado del otro, se veía concentrado de verdad, y al cabo de unas horas en las que Brad pudo tomar una pequeña siesta terminó.

— Aquí esta, te dije que era inteligente. —Habló.

— No lo suficiente, Freshman. —Y rió estrepitosamente revisando la tarea, recibiendo la mirada contraría confundida.

— ¿A qué te refieres?

— ¡Caíste en mi trampa, tonto! —Max cayó en cuenta entonces, solo había sido un engaño de Brad (otra vez), para que hiciera su tarea.

— Jódete, Brad. —Dijo entredientes dándole la espalda y cruzándose de brazos.

— Jódeme. —Dijo con un tono que nunca antes Max había escuchado, ni si quiera parecía su propia voz. Eso hizo que se estremecieron en su lugar, trató de disimularlo lo mejor posible.

De manera lenta, Brad dirigió su mano hasta los hombros del contrario y con sus dedos marcó un camino hasta bajar por sus brazos. No entendía porque hacía aquello, solo le apetecía y ya está, y bueno, tal vez las fantasías que tuvo la noche anterior eran el mayor detonante de todo esto.

Max sintió un escalofrío por toda su columna vertebral, sin entender porqué Brad tenía ese comportamiento tan de pronto con él.

Brad bajó sus manos hasta la cintura del azabache, apretando con fuerza y pegandolo a él. Dirigió su atención hasta el cuello contrario, únicamente aspiró su aroma, que ahora ya no olía tanto al de Brad, sino a Max.

Sintió mariposas en su vientre y quiso sentir y explorar más del contrario. — ¿Bradley, que carajos estas- —Un mordisco en el cuello hizo que guardará silencio.

Max no entendía nada de lo que estaba pasando, pero tampoco quería entenderlo.

Y mucho menos Brad, quien ahora había sido tomado con brusquedad por el contrario, recostandolo en el piso con cuidado y besándolo de manera más apasionada y cargada de deseo.

Entonces despertó.

Ese sueño tan jodidamente realista, por un momento pensó que realmente si había sucedido, pero no.

Ahora, a las malditas dos de la mañana se encontraba Brad con un problema entre sus piernas... Y vaya que le aterraba tener que lidiar con ello.

Detestaba estar en el cuerpo de Max, este tipo de verdad tenía las hormonas a tope y ya era la segunda vez en esta semana. Pero gracias a ello al menos recordó que debía hacer su tarea de biología.

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Cómo sea, publiqué una nueva historia maxley,
se encuentra disponible en mi perfil ahora,
es corta, por si gustan ir a verla🦆

Maldito dólar - Maxley [CONCLUIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora