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Un nuevo día había iniciado y ahora se encontraba un avergonzado Bradley en clases, todo comenzó normal, como comúnmente desde que todo este rollo empezó, pero el castaño se sentía nervioso y apenado por lo de la noche pasada. Tuvo que encargarse de ello y... Bueno, fue extraño para él, y no sabía cómo podría ver a la cara a Max luego de eso, incluso a los amigos de este. Podría fingir que nada sucedió pero es imposible, su consciencia no se calla.

¿Y si Max se entera?, ¿Y si lo sabe?, ¿Podrá sentirlo porque estoy en su cuerpo?, ¿Y si los holgazanes de sus amigos escucharon?. Pensaba Bradley totalmente aterrado.

En estos momentos se sentía como cuando haces algo a escondidas de tu madre y crees que en cualquier momento te castigará, o como cuando empiezas a tener pensamientos extraños en publico y crees que podrán leerte la mente.

Estaba totalmente absorto en sus pensamientos y no se dio cuenta cuando las clases habían finalizado. — Cómo siempre distraído, joven Goof. —Escuchó decir al profesor antes de que esté saliera del aula.

Bradley únicamente suspiró cansado, guardo sus cosas y salió de ahí encontrándose con los amigos del azabache.

— ¿Y Max? —Fue lo primero que preguntó.

— Hola, de nada por esperarte. —Bufó. — Tanque se lo llevó a patinar, creo. —Respondió PJ. — ¿Por qué?

— Curiosidad. —Avanzaron juntos. Para Bradley era muy nuevo esto, los amigos de Max comenzaban a ser más amables con él, lo incluían en ciertas cosas y le pedían su opinión, y él trataba de dejar de ser tan grosero con ellos, tal vez así pueda avanzar más rápido con el pelinegro. Y no es que sus compañeros de fraternidad no hicieran eso antes, o como si Tanque no lo hiciera, pero se trataba de los amigos de Max, los chicos a los que hace unos meses les caía de la patada.

— ¿Te preocupas por él? —Preguntó Bobby, Bradley sintió un leve sonrojo en su rostro, uno que apenas y se notaba. Agradeció internamente porque ellos iban un poco detrás de él y no podían ver su rostro completo.
 
— Para nada, solo no quiero que haga sus idioteces estando en mi cuerpo. —Respondió seguro.

— Ajá, te preocupas por él. 

— ¡No!, Me preocupo por lo que pueda hacer estando en mi cuerpo. —Dijo remarcando el "mi".

— Es lo mismo. —Respondió y avanzaron más, Bradley no contestó, hablar con ellos era como hablar con una pared en cuanto hacerlos cambiar de opinión.

Cuando salieron de ahí doblaron la esquina para llegar hasta sus dormitorios, tenían que pasar si o si por el lugar donde solían entrenar y donde se encontraba Max.

— Ah.. Baby.. tengo que decirle algo al... novato. No tardo. —Dijo Max dudoso. ¿Baby?, Dios, se sintió la persona más gay del universo, casi sintió nauseas por haberle llamado así, pero se relajó. Tanque únicamente asintió y lo dejó ir con una ceja alzada, últimamente su jefe estaba muy pegado al azabache y actuaba extraño, tendría que interrogarlo más tarde.

Se acercó a los chicos y estos lo saludaron normal, no muy alegres porque los compañeros de Bradley podían ver, y sería demasiado, muy, bastante extraño. De por si.

— Heeey, los extrañé chicos. —Comentó. — A ti también, Brad. —Sonrió y le guiño un ojo.

¿Qué mierda? Pensó. 

Sintió un vuelco en el estómago, esas mariposas que últimamente rondaban mucho por ahí y en otras partes de su ahora cuerpo. — Tssk. —Hizo una mueca y desvió la mirada con la cara más roja que hace rato.

— ¿Cómo te va, viejo? —Dijo PJ.

— Bien, Tanque perdió una apuesta con los chicos y cuando terminemos comprara Frappés para todos. —Rió. — ¿Y a ustedes?, ¿Qué hacían?

— Íbamos a nuestra habitación, tal vez más tarde vayamos a comer pi-izza. —Respondió Bobby. — También estábamos charlando con Bradley, no quiere admitir que le interesas. —Brad se tensó enseguida y quiso matar ahí al de pelo naranja.

Si su rostro estaba rojo hace unos momentos, ahora lo estaba peor por la cólera que sentía y por la vergüenza.

— Aww, ¿Bradley-poh se preocupa por mi? —Preguntó con voz aguda, Bradley cerró fuerte los ojos, pasó lo que temía, descubrió su oso de peluche debajo de la almohada.

Maldijo bajo y entredientes tratando de mantenerse a ralla.

— Cállate, novato idiota. Ni una palabra. —Dijo refiriéndose al apodo mientras lo apuntaba con el dedo.

— ¿Por qué no, Baby? —Se acercó más a su rostro, le sonreía de manera satisfactoria, disfrutando molestar al castaño.

Max se quería golpear a si mismo e insultarse en mil idiomas, no le agradaba la idea de llamarle así a Tanque, pero decirle así a Bradley le fascinaba.

El castaño gruñó, se sentía nervioso y avergonzado, quería huir de ahí. No entendía porque de pronto Max se comportaba así con él... ¿Y si supo de lo anoche?, Se preguntó, si eso era verdad no podría ni imaginarse lo incómodo y jodidamente humillante que eso sería.

Se puso todavía más nervioso por ello y porque los recuerdos llegaron a él, los del sueño y los de él en la ducha... se quería morir.

Sin decir nada pasó a lado de él chocando con su hombro, ambos sintieron esa pequeña corriente eléctrica que sucedía cada que se tocaban. Casi corrió hasta que lo perdió de vista.

Sin duda, varios ahí quedaron con muchas dudas, no solo sus amigos que todo este tiempo vieron todo con la boca abierta, sino también Max porque le había encantado ponerlo nervioso de esa manera.

Tal vez solo era muy narcisista, quizá. 

— ¿Pero qué carajos fue eso, Max?, ¿Estabas coqueteando con Brad? —Preguntó PJ.

— ¿Qué?, ¡No! —Su rostro ahora era el que estaba rojo, ¿coqueteando?, ¿eso hacía?

— Parecía que si, hermano. Fue extraño. —Respondió Bobby. — Cómo sea, tenemos que irnos, debemos terminar la tarea.

Se despidieron disimuladamente y se marcharon, Max volvió con Tanque pero esta vez más distraído. Suspiró.




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ola.

Me surgió en la madrugada otra idea
para un nuevo fic, lol, y quiero hacerlo
pero me tomaré el tiempo para que
pueda quedar bien y no
este tan cagado como esté Kakdkgka

Maldito dólar - Maxley [CONCLUIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora