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| Max



Entre al baño nervioso. Me preocupaba Brad, si, pero me preocupaba más lo que pudiera hacerme si llego en un mal momento. Y bueno, no es como que le tenga miedo, claro que no... Solo tiene la mano pesada.

— ¿Brad?, ¿Estas-

— No me llames así. Soy Bradley, novato, entiendelo. —Dijo entré dientes y de forma lenta. Me adentre más al lugar.

— Bien, Bradley. —Remarque su nombre. — ¿Te encuentras bien? —Pregunté recargandome en el lavabo mientras Brad, Bradley parecía estarse analizando en el reflejo del espejo. — No te mires tanto al porque te enamoraras de mi. —Dije divertido cuando no recibí respuesta del contrario, el otro me miró con la mejillas coloreadas de rojo y yo reí más fuerte.

— Maldito negro, ya callate, quiero tener un momento a solas. Necesito pensar. —Dijo desviando la mirada. Se quitó mis característicos guantes y los dejó a un lado, observó mis manos unos instantes y las acaricio, yo lo miraba expectante. El pareció notarlo y molesto volvió a concentrarse en lo que estaba a punto de hacer: Lavarse las manos.

— Bueno, siempre estas solo, Brad. Hablar con alguien no te vendría mal. —Dije. Sabía que era riesgoso meterme en sus problemas, y mucho más andar divagando en sus pensamientos y recuerdos, pero cada vez que digo que dejaré de hacerlo, vuelvo a caer en la curiosidad y no puedo evitarlo.

Noté que se tensó cuando dije eso, apretó la mandíbula y me miró de reojo. — Te dije que me llamo Brad. —Escupió molesto. — Y sal de mi mente, tarado. Son cosas que no te incumben.

Suspiré cansado, realmente era un hueso difícil de roer. Difícil pero no imposible.

Sonreí.

— Escucha, Brad– Bradley. —Me corregí y sonreí nervioso, este se secaba las manos todavía molesto. — Entiendo tu molestia y sobre todo tu ansiedad, yo estoy en la misma situación, ¿recuerdas? —Su ceño se relajó un poco y desvió la mirada otra vez. — Pero molestandote por todo no solucionaras nada, y dos trabajos tienes. —Dije, mi abuela solía decirme eso cuando le hacía algún berrinche, pues a diferencia de mi padre, ella no me complacía en todo. Sonreí nostálgico ante los recuerdos borrosos de mi infancia.

Bradley me miró con duda, entonces le expliqué. — Enojarte y desenojarte. —Dije, el rodó los ojos y bufo.

— Qué ridículo. —Se cruzó de brazos y se recargó en el lavabo como hace minutos estaba yo, yo ahora estaba sentado totalmente en este. Bajé de un salto y me posicione frente a él, lo tomé de los hombros y suspiré una vez más. El pareció sorprenderse, pero no se soltó.

— Bradley, esto pasará, ¿bien?... Cuando recordemos esto en el futuro seguro estaremos riendo. Debemos intentarlo. —Dije, y sabía que tenía razón, si queremos pararlo tenemos que esforzarnos. — Creo que te debo una disculpa. Perdón por ser un idiota todo este tiempo. —Solté sincero, no quería meterme mucho en detalles, ambos sabíamos lo que habíamos hecho.

Bradley suspiró, yo seguía tomándolo de los hombros y lo sentí relajarse un poco.

— Supongo que... Tienes razón.

— Wow, si que te costó. —Le dije con burla porque hizo muecas chistosas al decir lo último.

— Si qui ti cisti. Que gracioso, quítate. —Trató de safarse de mi, pero una idea fugaz cruzó por mi mente. — Hablo enserió, Novato, hazte a un lado. —Nuevamente trató de irse pero ahora lo abracé.

— No seas amargado, Brad. Acepta mi abrazo como ofrenda de paz. —Lo apreté más, este hizo un ruido extraño por la presión y yo reí. 

— ¡Quítate, no es gracioso, inútil! —Seguimos forcejeando mientras yo reía divertido al ver su molestia. Nos detuvimos cuando la puerta fue abierta de manera abrupta, entró un señor y nos miró con cara de asco.

Yo decidí ignorarlo, me alejé de Brad carraspeando y acomodé mi ropa.

— Maricas... —Lo oí susurrar, me enoje.

— ¿Disculpa? —Lo encaré molesto. Este me miró de forma amenazante y repitió.

— Ma-ri-cas. —Estaba por decir algo y Brad se me adelantó.

— Marica tu viejo, imbecil. —Miré a Brad sorprendido pero divertido. Era de esperarse, no dejaría que lo ofendieran tan fácilmente, aunque él sí era una marica.

Reí para mis adentros, no se lo diría, al menos no ahora frente a este tipo.

— ¿Qué es lo que dijiste, niñato? —Tuve que empujarlo con fuerza para que no se le acercara a Brad, este se molestó aún más.

— Oww, ¿el bebito va a llorar? —Preguntó Bradley haciendo un puchero en burla, yo reí.

— Ahh, ya verán... hijos de- —Le di un golpe en la nariz cuando el acercó su puño a mi cara.

— ¡¿Pero que chingados hiciste, novato idiota?!

— ¡Me iba a pegar!, además tú también estabas molestando.

— ¡Pero no lo íbamos a golpear, tarado! —Salimos corriendo de ahí en cuanto vimos que el señor comenzaba a pararse del piso. Casi nos caemos en las escaleras y llegamos muy alterados a donde estaba la anciana con mis amigos.

—  Heey, que pa-a-sa chicos. ¿Por qué tan altera-ados?

— ¡Nos están persiguiendo! —Gritamos al unisono señalando al señor con la nariz sangrando.

— Oh-Oh... ¿que hiciste, Bradley?

— ¡¿Yo?!, ¡Fue Max!

— No importa, tenemos que irnos o nos hará mierda.

Tomé a Brad de la muñeca y lo jale conmigo para irnos de ahí. La anciana se quedó, solo sentía su mirada pesada detrás de nosotros, por inercia volteé mientras aún corría.

Ella solo me dedico una sonrisa alegre y un pulgar arriba, ¿eso que significa?

Seguimos corriendo hasta perder de vista al tipo, estábamos completamente agitados. Subimos a la van de PJ de regreso a la Universidad, todavía teníamos días libres y quería aprovecharlos al máximo.

Igualmente si eso me sirve para mejorar mi relación con Bradley estaría más que fenomenal.

Igualmente si eso me sirve para mejorar mi relación con Bradley estaría más que fenomenal

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malditos guiones hdspfokiu.

Maldito dólar - Maxley [CONCLUIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora