Los caballeros habían estado ocupados bebiendo y hablando bulliciosamente hace apenas unos momentos, pero ahora miraban a Maxi con los ojos muy abiertos y sorprendidos. Ella bajó los ojos y su confianza se disipó. ¿Había sido presuntuoso por su parte pensar que un vestido tan espléndido le sentaba bien? ¿Estaban los caballeros contemplando lo que percibieron como los patéticos intentos de una mujer fea de arreglarse? Ella se puso roja como la remolacha.
La fuerte voz de Ulyseon rompió el silencio.
— ¡Cielos, mi señora! Se ve magnífica.
— ¿Sí?
Maxi levantó la vista tímidamente. Ulyseon asintió vigorosamente, sus grandes ojos purpuras brillaron. No parecía estar mintiendo.
— ¡Es la viva imagen de los elfos de antaño! El blanco le queda bien, mi señora. Siempre ha sido encantadora, ¡pero esta noche está impresionante!
Sus extravagantes elogios hicieron sonrojar a Maxi. Pero antes de que ella pudiera agradecerle, él continuó con aún mayor fervor.
— ¡Me dejo hechizado por un momento! Bueno, es de esperarse de la esposa del caballero más grande del reino. Incluso la ninfa más orgullosa se sonrojaría al ver su belleza.
El sonrojo de Maxi descendió hasta su cuello. Aunque se veía mejor que de costumbre, sabía que no era una belleza incomparable. Reprimiendo el impulso de tapar la boca de Ulyseon con las manos, rápidamente tomó asiento. Pero el escudero parecía ajeno a su malestar. Él tomó asiento a su lado y continuó animadamente.
— Es una pena, mi señora, que seamos los únicos que podamos admirar su belleza. Si esto fuera un baile real, ¡todos habrían quedado cautivados por usted! ¡La capital real estaría peleando por sí misma para jurarle sus geas! (El juramento de un caballero)
— Pu-pues, gr-gracias...
Maxi miró fijamente su plato. El silencio de los caballeros le resultaba insoportable. Al imaginar que interiormente se burlaban de los exagerados elogios de Ulyseon, ella tembló. Mientras tanto, Ulyseon empezó a llenar de comida su plato.
— Permítame servirle. ¿Hay algo que le apetezca? Toda esta comida es deliciosa, pero el pato ahumado hoy está excepcionalmente bueno.
Maxi se sintió aliviada por el cambio de tema. Ella miró alrededor de la habitación.
— Gr-gracias. ¿Sa-sabes por casualidad dó-dónde está su señoría?
— Sir Riftan todavía está en la sala del consejo discutiendo las recientes migraciones de monstruos con algunos de los caballeros.
— ¿Mi-migraciones de mo-monstruos?
— Los monstruos en el oeste de repente comenzaron a moverse hacia el sur — dijo una voz detrás de ella. Maxi se giró sorprendida. Sir Hebaron estaba detrás de ella, vestido con ropa informal. Él la miró con una expresión extraña en su rostro antes de sentarse a su lado.
— Hay señales de que los trolls están migrando a Anatolia. El comandante está discutiendo contramedidas con el hechicero. No estaba claro cuándo iban a terminar las discusiones, así que nos dijo al resto que cenáramos primero.
El rostro de Maxi decayó. Hebaron llenó su copa con vino antes de continuar.
— Por eso la incursión de los duendes duró más de lo esperado. Observamos cambios en los hábitats de los monstruos, por lo que recorrimos las montañas del norte.
— ¿Qu-quiere decir que una ma-manada de monstruos se di-dirige a Anatol?
— Sería más exacto decir que se están moviendo hacia el sur. Estas siguen siendo suposiciones, pero según los cazadores de monstruos que conocimos en las montañas...
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Debajo del roble ~ Libro 02
FantasySegunda parte del matrimonio disfuncional de una tartamuda y un bruto que esta locamente enamorado de ella. P.D: En lo personal, amo a Riftan, aunque sea bruto pa sus cosas. RECUERDEN Esta historia no es mía, solo la traduzco para mi deleite. Porqu...