Maxi quiso fingir indiferencia, pero no pudo evitar que su rostro se pusiera rígido. Su malestar debió ser obvio, ya que Ruth rápidamente se aclaró la garganta.
— Mi señora, parece que he dicho demasiado. Lo que quise decir es... hay una razón para la hostilidad de Sir Ursuline. El comandante a quien juró lealtad no sólo despreció a la persona a quien prometió un geas, sino que se casó con la hija del hombre que más desprecia. Teniendo esto en cuenta, el disgusto de Sir Ursuline no es tan sorprendente.
— Y-Ya veo...
Maxi asintió sombríamente. La idea de que Riftan habría estado mejor con la princesa ya le pesaba en la mente. Escuchar a Ruth confirmar esos temores hizo que su corazón se hundiera.
Al casarse con Maxi, Riftan no sólo se había ganado la ira de la familia real, sino también la animosidad de sus hombres. Se sintió angustiada y no tenía idea de qué hacer.
Se quedó mirando el borde del escritorio por un momento antes de encontrar el coraje para preguntar.
— ¿Cr-crees que... e-esto podría causar una ru-ruptura entre los ca-caballeros?
— No tiene nada de qué preocuparse, mi señora. El vínculo que comparten los Caballeros Remdragon es más fuerte de lo que piensa. Y, con la excepción de Sir Ursuline, no parecen tener ningún rencor contra usted.
Maxi se sintió un poco más tranquila. Ruth siempre dice lo que piensa, así que estoy segura de que mucho de eso es cierto.
— Aun así, sería de gran ayuda si pudiera apaciguar a Sir Riftan, mi señora. Esta atmósfera sombría no le hace ningún bien a nadie.
— Lo i-intentaré — respondió Maxi con tono dudoso.
Habiendo presenciado la magnitud de la ira de Riftan, Ruth exhaló un suspiro como para sugerir que él también sabía que era una tarea imposible. Maxi lanzó una mirada furtiva al rostro cansado del hechicero, recordando la razón por la que había venido corriendo a la biblioteca. Su boca se sentía seca. Ella tragó saliva y apenas logró separar sus labios, que parecían pegados.
— Um... E-en o-otro asunto...
Ruth la miró inquisitivamente. Maxi evitó su mirada fingiendo rebuscar entre los libros que había sobre la mesa. Su corazón latía con fuerza; sentía como si estuviera sacando a relucir la parte más vergonzosa de sí misma.
— Só-sólo te-tengo cu-curiosidad...
Ruth arrugó el entrecejo, evidentemente confundido por su repentina vacilación.
— ¿Qué pasa, mi señora?
Maxi hizo acopio de valor.
— ¿Cr-crees que po-podrías... a-arreglarme... co-con tu ma-magia?
— ¿Arreglarla?
Ruth parpadeó, sin comprender. Mientras observaba el rostro de Maxi enrojecerse como un remolacha, algo pareció caer en la mente del hechicero y dejó escapar un pequeño suspiro.
— Mi señora, la magia no puede curar discapacidades inherentes.
Era una verdad que Maxi ya sabía. Si su impedimento pudiera curarse con magia, su padre ciertamente se habría ocupado de ello hace mucho tiempo. Sin embargo, recientemente se había enterado de un gran número de hechiceros que podían crear nuevos hechizos. No había preguntado hasta ahora por miedo a decepcionarse. La verdad era que había estado alimentando una secreta esperanza de que Ruth resultara ser una hechicero así — que pudiera curarla.
Sus mejillas ardieron. Aferrándose al último resquicio de esperanza, Maxi preguntó:
— E-estoy co-consciente de e-eso... pe-pero... ¿n-no eres capaz de cr-crear nuevos he-hechizos? Si pu-pudieras e-encontrar una manera...
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Debajo del roble ~ Libro 02
FantasySegunda parte del matrimonio disfuncional de una tartamuda y un bruto que esta locamente enamorado de ella. P.D: En lo personal, amo a Riftan, aunque sea bruto pa sus cosas. RECUERDEN Esta historia no es mía, solo la traduzco para mi deleite. Porqu...