Capítulo 65 ~ Solo quería ser útil

264 20 0
                                    

Riftan entró. Se había convertido en una especie de rutina para él irrumpir en la biblioteca en busca de Maxi. Ruth dejó escapar un suspiro exasperado.

— ¿Ya terminó el entrenamiento?

— Entrenar a los centinelas en este frío sólo hará que baje su moral. Les dejaré tomar un respiro durante uno o dos días.

Riftan se acercó a Maxi por detrás y se inclinó. Al sentir sus fríos labios en su frente, se sonrojó. Él comenzó a acariciarle el cabello con cariño.

— ¿Has estado aquí encerrado desde la mañana? — él susurró.

— Sí, pa-pasé por los establos y lu-luego vine aquí...

Una pizca de disgusto cruzó por el rostro de Riftan. Haciendo que se le arrugara el entrecejo.

— Pasas más tiempo aquí que en nuestra alcoba.

— E-eso no es ci-cierto. He pa-pasado mucho ti-tiempo allí...

Ella había comenzado a pasar mucho más tiempo en su habitación después del regreso de Riftan. Ella se sonrojó, pensando en cómo había pasado cada noche en sus brazos. Riftan suspiró y le rodeó los hombros con los brazos.

— Tendría que estar en desacuerdo.

— Por favor, guarda tus muestras de cariño para cuando estén a solas — dijo Ruth disgustado —. Ya no puedo soportarlo.

— Entonces mira hacia otro lado.

— ¿Por qué no vuelves a tu habitación? Sólo te pido que reconozcas la diferencia entre una biblioteca y un dormitorio, si no es mucho pedir.

Maxi enterró su rostro ardiente entre sus manos, demasiado avergonzada para levantar la cabeza. Riftan chasqueó la lengua y la agarró del brazo.

— Muy bien. Regresaremos a nuestra habitación. Levántate, Maxi.

— Ri-Riftan...

Maxi se aferró al escritorio para resistir. No era tan descarada como para seguirlo a su habitación tan temprano en el día.

— ¿Has te-terminado de atender to-todos tus de-deberes?

— Le pedí a otro caballero que se hiciera cargo de las rondas. Ven ahora.

Mientras Riftan tiraba de su brazo, ella apretó con más fuerza el escritorio. Le gustaba pasar tiempo con él, pero pasar el resto del día juntos en la cama le parecía indecente. ¿Qué pensarían los sirvientes? Mientras buscaba frenéticamente una excusa, sus ojos se posaron en la pila de libros que tenía delante.

— No he te-terminado de leer...

— Puedes leer en otro momento.

— Te-tenía la intención de te-terminar estos hoy.

Una profunda arruga surcó la frente de Riftan.

— ¿Qué es exactamente? ¿Qué tienen de atractivo estos libros?

Riftan hojeó el libro que había estado leyendo. Se detuvo en una página llena de intrincados diagramas y palabras en la lengua antigua. Recorrió su contenido con la vista y su mirada se contrajo.

— ¿Qué es esto? ¿Estás intentando aprender magia?

— ¿No lo sabías? Su señoría ha estado bajo mi tutela desde hace varias semanas.

La cabeza de Riftan se levantó de golpe.

— ¿Qué?

— ¿No le informo? — Ruth miró a Maxi inquisitivamente antes de volverse hacia Riftan —. Su señoría parece tener potencial para aprender magia, así que la he estado instruyendo...

Debajo del roble ~ Libro 02Donde viven las historias. Descúbrelo ahora