Te estuve esperando L(G)TB

Un nuevo sabor

Capitulo 8

Un nuevo sabor

Brandon

Así que este era el lugar al que el quería llegar, dude mucho de todo lo que me decía, pero las vistas valían todo y un amanecer aquí mucho más. Aun así era extraño su manera de admirar, nostálgica y algo perdida, así es, como si después de esto se sintiera perdido.

Tenía el libro que yo le había comprado, el que dos veces lo había hecho verse de esa misma manera, lo abrió y tomo una foto de su interior. Era una mujer y se encontraba justo en el mismo lugar en el que estábamos nosotros ahora, sonriendo al amanecer con aquella extraña montaña roja detrás. No era solo una mujer, era el autor del libro para ser más precisó.

¿Por qué tenía esa fotografía? Ni aunque fuera un gran fan, o tal ves si sea de esos fanáticos que llevan fotos y se obsesionan con la vida de sus ídolos, aún así no creia que fuera el caso.

—Me dejo cuando tenía cinco años para seguir con sus viajes —comento el.

Me esperaba cualquier cosa menos eso y quería estar seguro de que había entendido bien para no decir una estupidez.

—¿Ella es tu madre biológica? —pregunte aún sorprendido con el dato.

Asintió —Asi es, aún con cinco años en una nueva casa con personas que decían ser mis padres yo recordaba su cara, como todo niño fui acostumbrandome a lo que tenía hasta que con quince años ví un letrero en una librería con su foto, no había cambiado nada.

—Por eso vas a todos los lugares que ella ha visitado —no era pregunta, estaba claro que era su razón.

Le di un apretón en el hombro, porque lo sentía demasiado lejano y triste. El se acercó, dejo caer su cabeza en mi brazo y terminé por abrazarlo. No se sintió tan incómodo, quizas un poco extraño porque yo no solía abrazar a nadie.

Suspiró —Soy un poco tonto.

—No tiene nada de tonto —le quite esa idea.

El tenía razón cuando digo que era un romántico, todo esto que hacía con respecto a su madre biológica lo hacía verse muy apasionado y romántico, pero ella lo abandonó, ¿por qué lo hace?

—Tengo la esperanza de encontrarla algún día —confeso.

—¿No sientes rencor porque te dejará?

Nego con la cabeza —Necesito saber la razón de porque me dió la vida y me aparto de su lado, debe tener una buena razón.

—Tus padres adoptivos...

—Ellos me cuidaron bien —menciono—. Ese día les pedí que me llevarán con ella, solo quería verla, mi madre se encerró y papá solo se negó y lo siguió haciendo todos los días por delante. La investigue y digamos que cuando leía sobre ella yo también cambiaba, ya no era lo que ellos querían como hijo y se terminaron rindiendo, trabaje mucho para poder salir de casa y pagarme mis viajes, quería encontrala y por supuesto ellos también son mis padres pero...

—Esta bien —lo estreche más contra mi—. Ellos igual te aman. 

El apretó sus labios y se quedó en silencio. Quería decir algo más para animarlo, porque se suponía que el siempre tenía una sonrisa en el rostro y ahora esa ya no estaba. Quería recuperarla de alguna manera.

—Yo creo que eres genial, justo lo que a mí me gusta —confese.

No siempre vamos a complacer las espectativas de nuestros padres, eso lo sabía yo mejor que nadie. Me había pasado la vida intentándolo, me convertiría en abogado porque lo admiraba y quería seguir sus pasos, pero como le diré que tal vez no pueda ser ese hombre que el espera, uno que se casará con una hermosa e inteligente mujer, uno que será feliz con hijos y demás. Tal vez ese sueño de verse rodeado de nietos no se lo pueda cumplir y quizas yo no quiera hacerlo.