Capítulo 2
Primera impresión
Brandon
¡Era él! No me lo podía creer, ni siquiera teniéndolo desnudo frente a mí, esto se volvía algo creíble, pero aquí estaba y no podía haber dos hombres en la misma tierra con esa sonrisa molesta.
Él estaba... ¡Por dios! Ya lo había visto todo y era muy difícil concentrarme en su cara, pero si quería mantener la poca vergüenza quedaba debería acero. Estaba tatuado, sus brazos, su pecho y la mitad de su abdomen ¿Qué tipo de tatuajes eran esos? Un tribal en su abdomen que no quería seguir viendo porque algunas líneas terminaban muy abajo, sus brazos y lechos, todo parecía formar algunos dragones y serpientes, incluso en su antebrazo parecía haber un extraño león de varias cabezas, pensé que esa moda de los dragones y animales raros había pasado.
Él se cruzó de brazos, yo me atraganté con mi propia saliva. No era más grande que yo, aun así era algo, un cuerpo definido aunque no demasiado maculado, su cabello negro ahora estaba mojado y caía por detrás de su nuca y algunos cabellos por su frente. Labios gruesos y mirada oscura con un brillo de picardía. Sin duda alguna era el mismo.
¿Por qué el idiota de antes no me dijo que ya había alguien aquí? Me quería morir y quizás fingir un golpe de calor y desmayarme sería la solución o solo una manera para avergonzarme más.
—¿Me estás acosando? —se cruzó de brazos—. Ya sé que soy un caramelito, pero seguirme hasta Australia, me siento alagado.
—¿Mateo? — logré soltar con la voz algo temblorosa.
—Ah, tú eres Brandon —soltó son asombro.
Mire al suelo —Sí, soy ese.
«¡Vístete engendro pervertido!»
—Mateo es mi compañero de viaje, bueno era, porque acaba de dejar a una señora embarazada y bye, bye vida sin preocupaciones —¿qué me estaba contando?—. En fin, yo tomé su lugar. Mi nombre es Kang según mi identificación, pero tú llámame Freddy.
—Él no me dijo... —revise mi teléfono celular.
¡Maldición! Me había dejado un enorme correo electrónico justo anoche cuando estaba tratando de dormir al menos tres horas. Pude evitar el viaje.
—Me alegra verte..., otra vez, churri—alargo su mano—. Qué pequeño es el mundo.
Odiaba el contacto físico, no me agradaba él y odiaba ese mote raro que me había puesto desde que me vio ¿Desde cuándo un hombre llamaba así a otro? Tome la toalla que estaba a un lado y la dejé en su mano.
—Soy Brandon —repetí mi nombre—. Y sí, nos vemos nuevamente, pero...
—Genial —me interrumpió—. Será mejor que nos pongamos en marcha, llevamos dos horas de retraso.
—Espera yo...
Me ignoro.
¿En dónde me había metido? Esto no había empezado nada bien y este sitio no me terminaba gustando, era pequeño, incómodo y todo parecía, está algo desgastado. Dejaría una mala reseña, lo juro.
Trece días, yo puedo...
¡No puedo!
Llevamos algunas horas en carretera, él no dejaba de hablar, en unos minutos supe que ya había recorrido parte de Australia, pero que jamás había dado un viaje como este en caravana. Era de esas personas que se entusiasmaban por todo, señalaban todo y hacían de cualquier tontería algo impresionante, en resumen, una persona con la que yo no caminaría ni a la esquina.
ESTÁS LEYENDO
Te estuve esperando L(G)TB
RomansaBrandon un hombre lo suficientemente atractivo e inteligente como para dejar a cualquier mujer boquiabierta, pero, ¿que sucede cuando ninguna mujer parece ser suficiente para el? Tiene una cosa clara, el excitó profesional, la buena apariencia y ami...