Tuyo

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Capítulo 24

Tuyo

Brandon

No podía seguir escuchándolo decir eso, me estaba afectando de gran manera cada vez que decía que me amaba o cualquier otra tontería de esas. Yo solo era un hombre, sentía cosas cuando me decía eso y más tratándose de él, no ha existido otro hombre por el que sienta lo que sentí el corto tiempo que estuve con Freddy. Era bastante cruel para mí seguir con esto.

Él se esforzaba demasiado, aunque sus intentos de romance lo podrían llevar a tener una demanda por acoso, si no ha sucedido es porque soy yo el que está sufriendo las consecuencias de sus extrañas muestras de amor. Flores, persecución, secuestro y, ¿qué más? Seguramente había algo más, ya ni siquiera lo recordaba.

—¿Que tanto sufriste? —pregunte.

Él me miró a los ojos —Cuando gire ya no estabas.

Apreté mis labios —¿Por qué no me seguiste?

Esto era una tortura, mi corazón ardía con cada pregunta que hacía.

Él suspiró —Lo intenté, pero ya te habías ido y luego pensé que era mejor así.

Cerré mis ojos —Tal vez.

Él tomó mi mano —No lo fue, estar lejos de ti fue una puta mierda porque no podía dejar de preguntarme cómo te encontrabas, me sentía celoso cuando me imaginaba que estarías con otro y me enfermaba cuando pensaba que algo malo podía pasarte, siempre que salía a la calle tenía la ligera esperanza de que te encontraría y nunca paso, hasta que fui valiente y te encontré trabajando en ese bufete.

Sonreí —Tu padre no sabe qué bufete contrataste, ¿verdad? Imagino que tiene posibilidades de encontrar uno mejor.

Aunó mi mejilla —No lo sabe, me aproveché un poco de la situación, pero sé que lo harás bien.

—Si te pido que te alejes de mí, ¿lo harás? —pregunte.

Él alzó una ceja —No lo haré.

—Ya no soy la misma persona de la que supuestamente te enamoraste —le advertí.

Alzo una ceja —Me gustan todas tus versiones.

—¿Y si esta vez te destruyó yo? —pregunte.

Mordió su labio —Hazlo, pero no me alejaré.

—Voy a seguir trabajando en este caso, solo porque tu padre parece un buen hombre y no tiene culpa de que tú me hallas contratado a mí, así que intentaré hacerlo bien, pero tienes que dejarme trabajar.

—Te dejaré trabajar, solo si me dejas ayudarte —propuso

Me reí —Tú solo pareces un acosador, pervertido a mi alrededor.

—Te estoy seduciendo, aunque si te vuelves un poco más receptivo podré portarme bien durante el horario laboral y no ser tan pervertido —parecía que estaba negociando.

—No negocio con terroristas y si vuelves a secuestrarme te arrancaré la polla con los dientes.

Mostró esa mirada pícara —¿Con los dientes?

—¡Freddy!

¿Dónde había quedado lo de no ser un pervertido? Creo que con él eso era bastante difícil, ya que era un vulgar, pervertido que por lo más mínimo saca a relucir su necesidad de sexo, estaba en su naturaleza. No mentiré, en el pasado adoraba eso..., en el presente también no voy a mentir.

Nuestra relación debía cambiar si quería concentrarme en el trabajo y recuperar mi vida, pero no podía seguir resistiéndome a él, era difícil.

¿Podríamos tener una relación por el tiempo que dure mi trabajo con él? No, eso sería como tropezar con la misma piedra dos veces. No podía permitirme ser tan idiota.

Te estuve esperando L(G)TBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora