Capítulo 4

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Jacob Black era el más alterado por la decisión de los reyes. Quería destruir todo a su paso, y aunque Edward trató de explicarle la situación, el metamorfo no entendía razón.

-¿No puede ser Nicholas quien se quede? -preguntó el lobo en un intento desesperado por cambiar la situación.

Nicholas miró a su padre, sintiéndose ofendido, pero no iba a negar que a él mismo se le había ocurrido la misma idea.

-No es Nicholas el compañero de Caius -dijo Edward con evidente fastidio.

-Jake, entiende, un compañero es como una impronta. Ellos tampoco pueden decidir con quién les sucede -explicó con paciencia su esposa.

Y con una buena referencia, Jacob por fin entendió la situación, odiando por un momento tener una hija y sufrir lo que es tener que soltarla por amor, en este caso por un vampiro.

-Esperen, ¿Kaz es compañera de Caius? -preguntó sorprendido Noah, viendo con asombro a sus abuelos-. Creí que los reyes ya tenían esposas.

Aster sintió un tirón en el estómago, y de repente tuvo unas ganas inmensas de vomitar.

-Ellos las tienen -respondió Edward con pesar-. Sin embargo, tanto Aro como Caius solo se casaron después de muchos años pensando que nunca iban a encontrar a su compañera, pues muy pocos vampiros lo hacen.

-Caius no ha demostrado más que indiferencia y desprecio. Realmente dudo que yo sea su compañera -dijo Aster con ironía.

-No debes temer, florecita -trató de tranquilizarla Edward-. Aunque Caius se muestre indiferente, sus sentimientos hacia ti son reales.

-Aster tiene razón. ¿Qué tal si solo nos están engañando? -dijo Nicholas, temiendo por el futuro de su hermana.

-No lo es, lo he visto -aclaró Edward, mirando a los presentes-. Marcus lo ha confirmado.

Y todos, conociendo el don de Marcus para ver los lazos entre las personas, no dudaron de que Edward nunca permitiría que esto sucediera si supiera que solo es una trampa.

-Acordaremos con los chupasangre un plazo fijo. No pueden mantenerte aquí el tiempo que ellos quieran -habló molesto el padre de la chica.

-Es compañera de un rey, no creo que sea tan sencillo -dijo Bella, volteando a ver a su esposo.

Mientras los adultos, y en algunas ocasiones los hermanos Black, seguían sugiriendo métodos poco ortodoxos para salir victoriosos de la situación, Aster, quien ya había aceptado su inevitable destino de quedarse con los vampiros, suspiró y se puso de pie, haciendo que los presentes guardaran silencio.

-No creo que haya mucho que hacer, familia -murmuró desganada la trihíbrida.

-Princesa -murmuró su padre, acercándose para abrazarla.

-Realmente no me molesta, tal vez pueda ser como un año sabático antes de la universidad -dijo Aster, separándose de su padre.

Y no mentía. Aster ya había considerado tomarse un sabático desde hace un año, justo cuando empezó el tercer año de preparatoria, pero debido a la emoción de sus padres y la constante comunicación de su hermano mayor por la emoción de compartir departamento, solo siguió la corriente y continuó con el proceso de selección de las universidades.

-Bueno, un año sabático no suena tan mal -dijo Noah, tratando de cortar la tensión-. Solo promete visitarnos, hasta que sea mayor de edad y yo pueda venir a visitarte.

Aster solo asintió, abrazando a su hermano menor, porque, aunque era con quien más peleaba, era con quien más convivía. Y si no fuera porque nunca lo diría en voz alta, ella lo consideraba su favorito.

Seductora Oscuridad | Cauis VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora