Aster se encontraba enojada, confundida y también hambrienta. Todos sus sentimientos la hacían insoportable para el vampiro junto a ella.
-Deja de hacer eso -reprendió Alec a la trihíbrida.
El vampiro estaba realmente desesperado al ver a la chica rascarse el costado de su pulgar derecho con la uña de su dedo índice, notando la gravedad del acto cuando una muy pequeña gota de sangre salió del lugar.
-Perdón -se disculpó la chica, acercando su pulgar a su boca para "limpiar" la sangre.
-No debes disculparte conmigo, sino con tu dedo -dijo el vampiro con diversión.
Aster le dio una sonrisa, antes de regresar su vista a su mano. No había sido consciente de lo que estaba haciendo, aunque no le sorprendía realmente. Era un acto que hacía siempre que estaba nerviosa, preocupada o sobrepensaba algo, claro signo de ansiedad que tenía desde que tenía seis años.
-¿Crees que podemos irnos ahora? -preguntó la chica volteando de nuevo a ver a Alec.
-Ni siquiera has tocado tu comida -señaló el vampiro, viendo el plato con una pequeña ración de pasta.
-No tengo hambre -dijo la trihíbrida, mirando a Alec con súplica.
Alec quiso señalar el hecho de que podía escuchar su estómago gruñir por comida, pero como había observado el comportamiento irritante de la chica desde hacía cuatro días, prefirió solo asentir.
-Muy bien, si no quieres tener una cena de cuatro tiempos, ¿por qué no voy con el Chef a pedirle un simple batido?
Aster estaba a punto de replicar, pero la mirada que Alec le dirigía le sugería no contradecir al vampiro. Era la primera vez que Alec se veía intimidante ante los ojos de la trihíbrida.
-Está bien -dijo Aster con resignación.
Alec se levantó de su silla y se dirigió a la cocina. En un par de minutos estaba de nuevo con la humana, extendiéndole un batido de mango con crema batida encima. Aster ni siquiera agradeció el gesto, solo bebió la bebida con suma rapidez, queriendo llegar a su cuarto lo antes posible, creyendo que dormir arreglaría su vida mágicamente.
-No sé qué es lo que te está pasando, Kaz, pero...
Alec comenzaba a mostrarse nervioso, haciendo que Aster se sintiera con más ansiedad que antes, creyendo que por su culpa Alec se había visto afectado.
-Si quisieras hablar, yo... tal vez no me consideres tu amigo, pero si quisieras... pue-edes hablar conmigo.
Aster se lanzó a Alec, abrazándolo con fuerza. Alec, por primera vez en años, no sabía qué hacer; hacía décadas que no recibía un abrazo, ni siquiera de su hermana, con quien era cercano.
-Perdón - Aster se separó de inmediato, sintiendo el rechazo del vampiro.
Alec parpadeó innecesariamente, antes de tomar la iniciativa de abrazar a la chica. A diferencia de Aster, había sido un gesto más lento y torpe. Aster respondió el abrazo con alegría, sintiéndose bien de sentir contacto después de mucho tiempo, lo cual era extraño, porque con su familia recibía abrazos a cada momento.
-Sí te considero mi amigo, Alec -dijo la trihíbrida una vez que se separaron del abrazo.
Alec sonrió ampliamente, no pudiendo apartar la mirada de Aster.
-Ten una buena noche, Kaz -se despidió el vampiro, alejándose de la habitación de la chica.
Aster entró a su habitación, sintiendo felicidad en su interior, y esta noche, a diferencia de las anteriores, con un humor mejorado, se acercó a su baño privado a tomar una larga y merecida ducha caliente.
Cuando Aster salió, se puso su pijama y se dispuso a ir a acostarse en su suave cama. Grande fue su sorpresa al ver otro sobre sobre su almohada, nuevamente con su nombre en esa bella caligrafía al frente. Esta vez, sabiendo de quién era, sus movimientos para tomarla fueron más calmados y coordinados.
"Aster,
Permíteme comenzar esta misiva con una disculpa sincera por la frialdad que una vez más he mostrado hacia ti. A pesar de mis intenciones, cada intento de acercamiento se ve obstaculizado por los años de distancia emocional que han moldeado mi existencia. Creí, ingenuamente, que tras nuestra primera carta las cosas serían más sencillas. Sin embargo, me encuentro luchando con una barrera invisible que dificulta cada palabra, cada gesto.
Hay algo en ti que desata en mí reacciones que no consigo nombrar. Tu presencia parece despertar emociones enterradas en lo más profundo de mi ser, emociones que ni siquiera sabía que aún existían. Y, sin embargo, me hallo en un conflicto constante cuando veo tus interacciones con Alec. Siento una perturbación dentro de mí, un torbellino de sensaciones que me resultan ajenas y desconcertantes. Esta incomodidad, este desconocido malestar, es un terreno inexplorado para mí.
Me encuentro atrapado en una maraña de sentimientos que desafían mi entendimiento. Cada momento que compartimos deja una marca indeleble en mi alma, y aunque mi comportamiento no lo refleje, dentro de mí hay una lucha constante entre lo que he sido y lo que podría llegar a ser por ti. Existe un vínculo entre nosotros, uno que trasciende lo mundano y se adentra en lo sobrenatural. No sé cómo definirlo, pero siento su presencia cada vez que nuestras miradas se cruzan, cada vez que estás cerca.
Quiero que sepas que, a pesar de mi confusión y reserva, valoro esta conexión de una manera que nunca habría imaginado posible. No sé hacia dónde nos llevará este camino, ni cómo definir lo que existe entre nosotros, pero deseo que encuentres en mis palabras una chispa de esperanza, aunque la incertidumbre siga acechando.
Con el respeto y la sinceridad que mereces,
Caius."
-Todo era más fácil tan solo hace unos meses -se quejó la trihíbrida, colocando una almohada sobre su rostro.
Y nuevamente, como si hubiera sido la primera carta, Aster se tumbó sobre su cama en busca de refugio, consiguiendo los mismos resultados que la primera vez: un sueño inestable y pensamientos rumiando en su mente.
No sabía qué haría ahora con esta segunda carta, pero definitivamente sabía que sola no lograría nada, por lo que estaba decidida a cómo comenzar el día.
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Seductora Oscuridad | Cauis Vulturi
FanfictionAster Black, hija de Renesmee y Jacob Black, ha crecido con su extraña pero amorosa familia, llevando una vida que aparenta ser tan normal como la de cualquier humano. Pero cuando su familia es convocada a Volterra por los Vulturi, su mundo cambia r...