Capítulo 12 Pt.2

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-Y ya, simplemente se fue, ni siquiera me dirigió la mirada, Noah -se quejó Aster viendo a su hermano que se encontraba al otro lado de la pantalla de su celular-. Y ahora, nuevamente deja otra carta en mi almohada.

-Sabes que solo tengo trece años, ¿verdad, Kaz? -preguntó su hermano con una sonrisita. Aster solo abrió sus ojos y soltó un suspiro de frustración-. Ok, ya, te voy a decir lo que yo pienso.

-Por favor, hazlo -dijo Kaz, recostándose sobre su cama.

-Leí las cartas que me enviaste, parece que no miente, pero si dices que no te ha hablado desde su última conversación, sumando su reacción al día siguiente de dejarte la primera carta y ni mencionar esta última carta, yo diría... que te vuelvas lesbiana.

-¡Noah! -exclamó Aster casi gritando, sentándose por la impresión del comentario de su pequeño hermano.

-¿Qué? -preguntó su hermano como si nada-. Nunca has tenido novio, Kaz. Además, tú, tía Rose y mamá siempre dicen que los hombres somos difíciles. Además, tu amiga Emma era muy linda... ¿todavía tienes su número?

-Diablos, Noah -se quejó su hermana con fastidio-. Debí haberle hablado a Nicholas.

-Tal vez, pero él no te va a decir lo que yo ahora -dijo su hermano, trayendo a él un vaso de lo que parecía ser limonada.

-Si vuelves a decir algo sobre volverme lesbiana, te aseguro por el piano que me regaló papá que te voy a golpear - amenazó la chica, señalando a la pantalla como símbolo de amenaza.

-Solo era una sugerencia, Kaz, tranquila -dijo su hermano con una sonrisa-. Bueno, lo que quiero decir realmente es que, si las cartas fueron escritas por él y lo que me has mencionado sobre su comportamiento cuando están juntos en persona, no lo sé, tal vez tenga algún tipo de ansiedad social que no le permita expresarse como quisiera contigo enfrente.

Aster le hizo una seña a su hermano, tratando de que continuara hablando.

-En sus cartas lo dice, Kaz, no deberías afligirte porque no te hable en persona.

-Es que no esperaba que cambiara de un día para otro, pero sí esperaba algo más. Tal vez quería que por lo menos no fingiera que no existo cuando estamos en la misma habitación, no haciéndome sentir tan insignificante -dijo la chica, sintiéndose desanimada.

-Por lo que escribió en su última carta, parece que él sí te ha estado observando. ¿Por qué no simplemente le dices cómo te sientes? -preguntó su hermano, antes de beber de nuevo de su vaso.

-La falta de comunicación es el problema aquí, Noah. Sigue la conversación, por favor -dijo su hermana con una cara graciosa.

Noah rodó los ojos, había olvidado lo lenta que su hermana podía ser en ocasiones.

-Una conversación no es la única forma de comunicación -dijo su hermano, dando un pequeño bostezo-. ¿Recuerdas que nuestros abuelos no son personas muy parlanchinas? ¿Y qué hizo el abuelo para expresar el amor que sentía por nona?

-¿Quieres que le componga una pieza a Caius en el piano? -preguntó la chica, considerando la posibilidad.

-¿Qué? No -Noah se río, viéndose realmente divertido por lo torpe que era su hermana-. Oh bueno, a menos que tú quieras.

-¿Entonces cuál es tu punto, Noah? -preguntó Aster, sintiéndose afligida.

-A lo que voy es que el abuelo no se expresa bien con palabras, es por eso que compuso una melodía para nona. Parece ser que tu vampiro tampoco es bueno con las palabras, por eso te escribió, Aster. Tal vez las cartas sean sus melodías.

Aster miró asombrada a su hermano, impresionada por la sabiduría de sus trece años.

-Tal vez puedas escribirle una carta tú... ya sabes, escribiéndole al vampiro cómo es que te sientes -dijo Noah, caminando de espaldas a su cama.

-Pero no puedo llevarle las cartas a su habitación, Noah, él tiene esposa -susurró Aster esto último, como si estuviera contando un secreto-. Además, no sé cuál es su habitación.

-A veces realmente no entiendo cómo eres mi hermana -dijo Noah, luego de rodar los ojos por quinta vez durante toda la videollamada-. Aster, es obvio que el vampiro entra constantemente a tu habitación, es así como deja las cartas. ¿Por qué no intentas dejando tu carta sobre tu almohada y que él la tome cuando vaya a husmear a tu habitación?

-¿Crees que lo haga? -preguntó Aster con genuina preocupación.

-Yo creo que sí. Es la segunda vez que te deja una carta en el mismo lugar, y no pierdes nada con intentarlo... tu dignidad no puede ser más denigrada.

-Eres un idiota -respondió Aster riendo-. Pero bueno, creo que tienes buenos fundamentos, así que lo intentaré.

-Genial, me avisas cómo te va después. Ahora, si ya no tienes otra cosa por la cual quejarte, me voy a dormir.

-Gracias, Noah, realmente te extraño demasiado -dijo Aster viendo a su hermano bostezar una vez más.

-Yo también te extraño, pero en serio, debo dormir. Adiós, fea Kaz -dijo su hermano, agitando su mano a la pantalla, despidiéndose con una sonrisa de su hermana.

-Adiós, Noah, te quiero, ten lindos sueños -y mandándole besos a través de una pantalla, Aster colgó la llamada.

Aster dejó su celular en una pequeña mesa a un costado de su cama, y cerciorándose de que aún faltaba una hora para su hora de desayunar y estando ya cambiada, decidió que iniciaría con lo que su hermano le había propuesto: hacerle una carta a Caius.

Seductora Oscuridad | Cauis VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora