Nuevamente, y como si fuese la primera vez, Caius se había alejado de Aster después de la pequeña "plática" en la habitación de la chica. Aster, preocupada, pensaba que simplemente había sido demasiado intensa con el rey y se culpaba de su distanciamiento.
-De haber sabido que sería así de aburrido acompañarte al jardín, hubiera delegado la tarea a Demetri -se quejó Alec, observando los ligeros movimientos de la trihíbrida, quien movía sus manos con ansiedad-. ¿Te ocurre algo, Kaz?
El vampiro había regresado a escoltar a la humana, pero, como lo dijo Caius, solo era un día cada cierto tiempo.
-¿Soy muy fastidiosa? -preguntó la trihíbrida, volteando a ver al vampiro con genuina preocupación en sus ojos.
Alec soltó una carcajada, haciendo sentir incómoda a Aster.
-¡Ale, no es broma! -se quejó la chica en voz baja, volteando a ver a todos lados para cerciorarse de no llamar la atención.
-¿Por qué preguntas eso? -preguntó Alec, dejando de reír y viendo a Kaz con una sonrisa, estragos del buen humor que provocó la pregunta de la chica.
-Nadie del castillo me habla, ni siquiera con mis constantes intentos de comenzar conversaciones -dijo la chica con algo de tristeza-. ¡Por los cielos! Ni siquiera quien se supone es mi compañero quiere hablar conmigo.
-¿Por los cielos? -preguntó Alec con burla, riéndose de nuevo de la humana.
Aster fulminó a Alec con la mirada, mordiéndose el interior de la mejilla y continuando con su caminata, viendo de reojo cómo el vampiro la seguía.
-No lo sé, Alec, nadie nunca parece disfrutar mi presencia, inclusive tú, que, aunque al principio creí que nos llevábamos lo suficientemente bien para mantener una conversación, simplemente pediste ya no escoltarme.
-¿Quién te dijo eso? -preguntó el vampiro, poniéndose a un lado de la chica.
Aster paró de nuevo su caminata, volteando a ver con confusión al vampiro, sin saber a qué se refería específicamente.
-Sobre que pedí ya no escoltarte -aclaró el vampiro frunciendo ligeramente el ceño.
-Yo lo supuse -dijo Aster, volteando unos segundos a su izquierda después de sentir una mirada pesada viniendo de esa dirección-. Creí que sería lo más lógico después de que dejaste de venir por mí.
Alec no volteó a donde la chica miraba buscando algo. A diferencia de Aster, él estaba seguro de quién se encontraba ahí.
-No sabes nada, Aster -susurró el vampiro, escuchando una sutil orden desde lo lejos, imperceptible para la trihíbrida-. Ahora, andando, de regreso a tu habitación.
Alec comenzó a caminar hacia la habitación de la chica, asegurándose de que la humana también lo hiciera.
-Perdón -se disculpó la chica cuando estuvieron frente a su habitación.
-¿Por qué? -preguntó desconcertado el vampiro.
-Por molestarte tanto como para que decidieras terminar con el paseo -dijo la chica mirando al piso.
El vampiro estaba un poco fastidiado por la inseguridad que la humana presentaba regularmente, asegurándose en su cabeza de que si había otros que no disfrutaban de la presencia de Aster era por lo tímida que siempre se mostraba. Para Alec no era el caso; es decir, sí le llegaba a ser agotador lo insegura que era la chica y, aunque muchas veces le resultaba algo fastidioso como ahora, no era motivo para que no le cayera bien, sobre todo porque sabía que, si la chica era así, era por las creencias que tenía en su cabeza, probablemente sembradas por alguien más.
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Seductora Oscuridad | Cauis Vulturi
Fiksi PenggemarAster Black, hija de Renesmee y Jacob Black, ha crecido con su extraña pero amorosa familia, llevando una vida que aparenta ser tan normal como la de cualquier humano. Pero cuando su familia es convocada a Volterra por los Vulturi, su mundo cambia r...