El fin de la tranquilidad.

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Había pasado una semana desde el concierto, había sido espectacular y la nueva canción sorpresa estaba siendo un éxito por todo el país.

Todos estábamos muy contentos por el asombroso trabajo que habíamos hecho y que fuera tan bien recibido.

Estaba en la sala de estar de la academia junto a Ren y a Cecil, estábamos hablando sobre la madre del castaño y que quería empezar a hacer algo.

¿Ella ya se atreve a verle?- tomé la taza de café sobre la mesa para tomar un sorbo y le pregunté a Cecil.

Todavía no, pero está haciendo todo lo posible por recordar, le estoy enseñando fotos de Ottoya para ver si le recuerda.- comentó el chico.

Ya verás que conseguimos solucionarlo- Ren apoyó la mano sobre el hombro de su compañero buscando reconfortarlo.

Podrías enseñarle fotos de más pequeño, eso puede que se le haga más fácil.- propuse, ambos asintieron, era buena idea.

Al poco apareció Ringo, parecía algo alterada.

____-chan, necesito que vengas conmigo- dijo en un tono de voz bastante bajo para lo que nos tenía acostumbrados.

¿Ha ocurrido algo?-pregunté mientras me levantaba y me acercaba a dónde estaba, los chicos imitaron mi gesto.

Ringo suspiró cerrando los ojos.

El señor Saotome quiere hablar contigo- tragó saliva- No se que quiere, pero estaba demasiado serio.

____-chan, ¿Ha ocurrido algo?-preguntó Cecil a mi lado.

No tengo ni idea.- dije elevando mis hombros.

Pero en ese momento a mi mente vino el rostro del chico que me traía loca.

No puede ser...- dije sintiendo cómo me bajaba la presión.

¿Crees que pueda ser?- Ren me miró preocupado.- Pero lo habéis llevado muy en secreto.

Yo...- estaba nerviosa- A lo mejor no es eso.

Reí intentando calmar el ambiente.

Será mejor que vayamos ya- Ringo habló y comenzó a andar apresurada.

Miré a los chicos con una sonrisa nerviosa para tranquilizarlos, aunque yo estaba algo preocupada.

Caminé y me puse junto a Ringo, camino al despacho del señor Saotome.

A medio camino Ringo rompió el silencio.

Como se haya enterado...- suspiró- ____-chan, voy a hacer todo lo posible por ayudarte.

Aún no sabemos que es, tranquila- dije buscando calmarla, aunque mi corazón pareciera que se iba a salir de mi pecho.

Llegamos ante las imponentes puertas de ese despacho, un aura intensa rodeaba el lugar.

Toqué.

Pase señorrita ____- se escuchó una voz seca al otro lado de la puerta.

Suspiré y miré a Ringo, que con una mirada nerviosa apoyó su mano en mi hombro.

Ánimo- dijo para luego alejarse, dejándome espacio para abrir la puerta y entrar.

Buenos días señor Saotome- dije entrando y cerrando la puerta tras de mí.

Siéntese- dijo señalando la silla frente a él.

Hice caso y me senté, tragué saliva nerviosa.

¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué me ha llamado?- pregunté intentando que mi voz no temblara por los nervios.

Un amor sorpresivo (Syo Kurusu × tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora