Smoke Curtains {Theodore Nott}

XVII

~ Tag, You're It; Melanie Martínez ~

Cuando era más pequeña, antes de ir a Hogwarts, mi padre me llevaba cuando le era posible a sus viajes de trabajo, al mundo muggle.

Conocí París, Nueva Orleans, Londres, Buenos Aires, El Desierto Del Sáhara, Madrid, Dinamarca, Cancún... No hubo ni un sitio que me disgustara. Cada uno era diferente y tenía sus propias costumbres, lo cual los hacía más bonitos aún.

Siempre me había apasionado el mundo muggle, aunque yo fuera una sangre pura. Y cuando me hice mayor, mi padre empezó a enviarme recuerdos de sus viajes. Al principio, eran tonterías, como "slimes" o pulseras de cada sitio al que iba. Pero después pasaron a ser joyas y ropa de las marcas más lujosas que existían. Y ahora que íbamos más justos de dinero, decidió mandarme fotos de los paisajes en los que estaba y libros, porque no había mejor manera para conocer un montón sobre ese mundito de personas no mágicas, que echando un vistazo a sus mentes a través de la literatura de cada lugar.

Es una pena que solo pueda verle una vez cada tres meses, pero él me ha demostrado que las relaciones a distancia sí son posibles.

Con mi madre, no tenía esos lazos. No quiero decir que nos lleváramos mal, nos queríamos un montón, pero nunca llegamos a conectar de esa manera.
Y creo que ya es hora de que mencione cual es ese misterioso negocio de mi madre.

Mi madre era la directora ejecutiva de la empresa que llevaba la editorial de los libros que se usaban en Hogwarts. Es decir, todos los libros que había que adquirir cada año para el nuevo curso, habían pasado por mi madre, ya que ella daba el visto bueno a publicarlos o no. También se hacía cargo de los contratos con otras escuelas, no sólo Hogwarts, para que usaran su editorial también.

No obstante, otra compañía les estaba haciendo mucha competencia y estaban perdiendo cada vez más clientes, como es Hogwarts, por ejemplo.

Y era muy triste saber que ella no podía hacer mucho más para evitarlo. Pero aún más, saber que si a Grace Thalia no le hubiera ido tan mal en su negocio, yo ahora mismo no estaría en una habitación de una mansión al lado de la playa de Santorinni, arreglándome para la boda de un familiar de mi enemigo.

Lo que es el efecto mariposa, ¿verdad?

Cuando cogí el móvil a la mañana siguiente de mi gran discusión con Theodore, tenía muchísimos mensajes y llamadas perdidas de mis padres, preguntándome que desde cuando tenía novio y cómo no les avisaba de que era tan formal como para invitarme a una boda... y para notificarme de que ya habían firmado la autorización para dejarme salir de Hogwarts todo el día del viernes.

No quiero ni pensar en cómo Nott consiguió eso, honestamente. Ya no había nada que me sorprendiera viniendo de él.

Durante todo el viaje, no intercambiamos ni una palabra. Ni una mirada, o una pregunta. Ambos habíamos dado nuestro máximo la anterior tarde, y no nos quedaban energías ni para odiarnos. Y no puedo negarlo, fue muy extraño tenerle al lado, tan tranquilo, leyendo el libro más reciente que me había regalado mi padre; El Principito. No sé, eran momentos de "tregua" con Theodore a los que no estaba acostumbrada.

Y ahora, me miraba al espejo de nuestra habitación y me preguntaba qué estaba haciendo aquí, qué decisiones había tomado para acabar en un hotel de lujo de Santorinni, con un vestido rosa adornado con un montón de diamantes formando "constelaciones" por mi pecho y vientre, con un maquillaje hecho por profesionales y un pelo que ni siquiera parecía mío de lo bonito que estaba.

Definitivamente, esta era una de las historias que contaría a mis hijos sobre mi adolescencia, el completo caos que fue. Omitiendo las partes en las que Theo y yo nos amenazabamos de muerte, a poder ser.