Busqué en la bolsa mi móvil, y por suerte lo encontré. Y no solo eso, sino que también había ropa para cambiarme y curitas para las heridas.
Nada más ver la hora, busqué el contacto de Theodore para encontrar algún tipo de explicación a lo que pasó después de que perdiera la consciencia.
No encontré ni un solo mensaje, o alguna nota dentro de la bolsa.
¿Y si este vuelo ni siquiera se dirigía a Reino Unido? ¿Y si me estaba llevando a alguna isla desierta porque sabía demasiado sobre su familia, o algo así?
Pero todas mis dudas cesaron de sopetón cuando escuché pisadas detrás de mí, que venían hacia mí asiento.
Obviamente, Theodore Nott no iba a viajar en un avión normal. No, él tenía su jet privado con sofás, cama, una mini concina... Él se sentó en el sofá delante de mí, sorprendido y... ¿alegre? de que me hubiera despertado.
—¿Qué pasó después de que me desmayara? —Quise saber nada más se apoyó en el sofá.
Él se rió de mi gran necesidad por conocer qué sucedió después de que me quedara inconsciente, y me ofreció una botella de agua de una pequeña despensa bajo la mesa que nos separaba.
Yo la tomé, muy confundida por su hospitalidad, y aún seguía sin creerme que me pidiera perdón y me hubiera hecho caso para irnos otra vez a Hogwarts.
Estaba sedienta, y como no comiera algo dentro de poco, me sentía perfectamente capaz de volver a desmayarme.
—¿Qué pasó antes de que te desmayaras? —Contestó a mi pregunta con otra pregunta.
Ahí me acordé de que yo le había hecho una promesa. Tenía que decirle qué ocurrió con su padre, qué fue lo que me dijo...
Al recordar el momento, automáticamente mi mano se fue a parar a donde me dio el puñetazo. Con sólo palpar el lugar un poco me dolió muchísimo, al igual que mi labio cuando intenté beber agua.
—Él sabía que yo no era tu novia... Y quiso saber qué hacía en esa boda, contigo.
Me tomé mi tiempo en contar la historia, recordando con sufrimiento lo mal que lo pasé, incluso antes de que Christopher apareciera.
Cuando volví al momento en mi mente, los pelos se me pusieron de punta y mi respiración también se desestabilizó.
Theodore escuchaba con atención lo que tenía que decir, atento a mis palabras. Y cuando recordé el juramento que le hizo a su padre para salvar la vida de su madre, los ojos me escocieron y me costó mantener la calma.
—Me habló sobre el juramento que hiciste para salvar a tu madre.
Cuando mis palabras calaron en él, pude ver en sus ojos como su alma se quedaba desprotegida, desnuda. Se dio cuenta de que me había enterado de muchas cosas sobre él y su pasado, y aunque su expresión se mantuviera fría e impasible, yo sé que por dentro estaba fuera de sí.
No pude sostener su mirada cuando pronuncié las últimas palabras, sintiéndome culpable y mala de solo decirlo en voz alta.
Había oído sobre padres que no querían a sus hijos o que los maltrataban... ¿Pero de padres que querían matar a su hijos y esposas? Eso era otro nivel de maldad, uno que ni siquiera sabía que era posible que existiera.
—Dijo que no... —Tragué saliva, y de verdad que lo intenté, pero no pude continuar con "no llegarías a séptimo".
Una lágrima de empatía y dolor se deslizó por mí mejilla, y rápidamente me la limpié, negándome a derramar una sola más por los Nott. Fijé mi vista en la ventilla a mi derecha, respirando profundamente, hecha una bolita.
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Smoke Curtains {Theodore Nott}
FanfictionADVERTENCIA: Uso de drogas, asesinatos, lenguaje obsceno y grosero, escenas de sexo +18, amenazas de muerte, violencia y sadismo, toxicidad y posesividad dentro de una pareja; no imitar. Un slow-burn con Theodore Nott, a través de un enemies to love...